Un amigo que hace un programa radial intentó hace unas semanas entrevistarme para que hablara de la actividad de El Silbo Vulnerado en noviembre. Y le hablé de las cosas que estábamos haciendo los que aparecemos habitualmente por estas páginas. Al rato, paró el grabador diciéndome que parecíamos la Comuna Antinacionalista Zamorana que ideara hace décadas Agustín García Calvo. Y es que la C.A.Z no se sabe qué es ni cuántos son.
La comparación está cogida por los pelos, pero...
Nos hemos vuelto a citar en primavera para la entrevista. El amigo pretende montarla con momentos musicales de nuestros discos y con documentos visuales, que expondrá en la página de la emisora. Bien, en mayo hablaremos de la temporada de verano, de los espectáculos recuperados tras la pandemia. Pero no de la gente que somos, pues un grupo, su nombre, presupone el trabajo de muchos, más allá de los que salen al escenario. Un globo que se hincha y desincha, siempre en los aires.
Bueno, dejando al margen lo grueso del manifiesto zamorano –con el que podemos acordar, acaso-, esas dos características: la indefinición de la comuna y la imposibilidad de reducirla a un número (el de personas contadas), sí que nos cuadran desde hace tiempo. Eso permite a El Silbo seguir vivo.
Nos movemos bien en los márgenes, pero también buscamos las fisuras del sistema. Y ¿para qué? ¡Para qué va a ser! Para recitar sonetos, para cantar romances, para pintar atmósferas, para que suenen logos y melos conjuntados, para detener el tiempo.
Noviembre
La Fábrica de Chocolate se ha trasladado -y El Silbo también- a la calle Las Minas, y se llama La Fundición. Para el traslado ha sido necesario desmantelar primero La Fábrica. Luego acondicionar suelos, techos, calefacción, etc. al nuevo uso que va a tener este antiguo taller de fundición. En noviembre ya se veía la tarea muy avanzada:
Tanto es así, que la compañía italiana Pane e mate, hizo una función de La derrota de Roncesvalles, que sirvió como ensayo general a la Fundición. Hubo unas palabras previas de Karlos Herrero, director de la obra y sumo hacedor de este nuevo espacio.
En Calatorao Manuel Gálvez ha iniciado su programa novembrino de 'Versos del pueblo'. Sin convocatoria mediática y por libre.
Se le ha visto recitar en la floristería y en la panadería versos de Juan Ramón, de César Vallejo, de Neruda, de la Mistral...
En las tierras argentinas de Entre Ríos, El Silbo Vulnerado y la Compañía Le Feu hemos organizado un ciclo teatral por ciudades y pueblos de las antiguas colonias judías: 'Remembranzas de Berta y Baruch'.
Le Feu presenta un montaje teatral a partir de cuentos escritos en idish por Baruch Bendersky, gaucho judío llegado a Entre Ríos a finales del siglo XIX.
El Silbo presenta a Carina Resnisky recreando una audición poética de Berta Singerman. Hace 100 años, la famosa recitadora comenzo su andadura recorriendo las colonias judías entrerrianas. Y Carina lo hace remedando su repertorio y sus maneras de decir el verso en escena.
Ni qué decir tiene
que Carina continuó en noviembre con su recreación escénica de Juan L.
Ortiz, como vemos en este cartel de la sala Sinergia de Gualeguaychú:
Dolos Miravete ha llevado la parte musical de Penélopes, una iniciativa de la Fonoteca Española de Poesía que reivindica la poesía escrita por mujeres.
Y yo sigo ensayando con público mi Poesía Memorable y hablando en este blog de algunos poetas que me prestaron sus versos. El recital está enmarcado por la música de MAE, que la pincha en directo.
Esto hicimos cuando el coñac de las botellas / se disfrazó de noviembre / para no infundir sospechas.