28 de octubre de 2010
Centenario de Miguel Hernández en Zaragoza
Estos espectáculos lo conmemoran en el Teatro Arbolé de Zaragoza:
El Silbo Vulnerado en el Centenario de Miguel Hernández
Montamos Rayo, viento y ausencia a petición la directora de Olifante, Trinidad Ruiz Marcellán, en nuestro periodo como Compañía Residente del Teatro Arbolé.
Tras su estreno en el Monasterio de Veruela, dentro del Festival de Poesía Moncayo, presentamos la producción teatral en el Nuevo Arbolé de Zaragoza. Luego llegó, en La Campana de los Perdidos, la versión para café teatro, espacio y horario que permite alguna subida de tono.
En el Colegio Infanta Elena de Utebo, comenzamos las funciones para niños. Para ellos fabulamos la infancia de Miguelillo, el niño que estudiaba el campo y las metáforas porque quería ser poeta.
Gracias al carácter minimalista de la puesta en escena, la prevista versión para bibliotecas se tradujo en una simple reordenación espacial y de voces (con una tercera, que introducía el apunte biográfico). Se estrenó en la Biblioteca Ricardo Güiraldes de Buenos Aires.
Una versión con más envoltura escénica, que se veía de interés para optar a ciertas programaciones, se urdió entre Cienfuegos y La Habana. Contó con el refuerzo de la compañía de danza Oxígeno y el Teatro Terry. La titulamos Un albañil quería.
Los talleres Para recitar poesía de este año en Argentina, también se centraron en la poesía de Miguel Hernández, que permite ejercicios en sílabas contadas y en verso libre.
Durante este mes de octubre, con formato de charla, hemos comentado la vida y obra de Hernández siguiendo un guión de fotografías. En La Topera, tras cada charla se sirvió sopa de cebolla.
Hemos intentado, pues, multiplicar las formas en que compartir el recuerdo de Miguel Hernández y el conocimiento de su obra con mucha gente. Con grandes audiencias, como en la Feria del Libro de Buenos Aires, o en la intimidad de biblioteca, como la de Alcorisa.
En el B. Brecht de La Habana. Tras Luis Felipe: Aloma, Jesucristo Riquelme, Carmen e Idania Hernández
27 de octubre de 2010
Diego Palmath en el Mangrullo Abierto
A las 8 y media, como todos los miércoles, en el programa de Letras y Artes que se celebra en El Mangrullo (Francisco de Vitoria, 39, Zaragoza).
Luis Felipe y Palmath, en el ciclo Poesía con acento de América
Esta semana presenta a Diego Palmath y recoge imágenes del narrador Raúl López y de Nacho Pan con su guitarra.
También saluda el nacimiento de Vera, hija de Laura y de Ariel Prat. Felicidades.
26 de octubre de 2010
En El Cisne de Calatorao se habló de Miguel Hernández
El Cisne es un bar normal, de café, copa y puro. Está en Calatorao, el pueblo donde nació Gracia Mosteo, uno de mis favoritos entre los escritores contemporáneos . Él no estaba porque vive en Madrid. Y tampoco Yusta, ni Guinda, que anteriormente me habían precedido en la tribuna de El Cisne, o sea, que se habían subido al barril de cerveza donde me alcé yo también.
Unos treinta parroquianos me estuvieron escuchando hablar de Miguel Hernández. La media de edad estaría en los 50 , más o menos la misma de otros foros parecidos en los que habitualmente participo. Durante hora y media estuve comentando fotografías y recordando algunos versos.
Qué idea más buena hubiera sido acompañar este año las actuaciones de Rayo, viento y ausencia con una charla previa en un lugar popular. Pero no se nos ocurrió, porque de esa parte se encargan las instituciones con escritores y estudiosos. "Se encargan" o no se encargan, claro. Pero, bueno, no voy a pretender que todos los encargados tengan la misma opinión que yo sobre la importancia de la poesía o sobre Miguel Hernández.
Aquí, algunas opiniones recogidas por El Cisne, que aprovecho para agradecer.
24 de octubre de 2010
Miguel Hernández: último lunes en La Topera
Hoy, último lunes del ciclo que ofrece La Topera para conmemorar el centenario de Miguel Hernández, la sesión comenzará a las 9 de la noche. Algunos parroquianos que salen de trabajar más tarde y no llegan al comienzo, así lo han pedido. Sea, pues, Miguel Ángel, Marisa, Manolo, con este acuerdo estaremos todos felices porque a mí también me conviene contar con vosotros desde el principio. Además, la sopa de cebolla (riquísima la del segundo día) no sufre por esperarnos.
Hablaremos de familia y paternidad, pasaremos un momento por Rusia y nos detendremos en París para que Alejo Carpentier registre la voz del poeta. Se nombrarán guerreros y posiciones: Valentín González El Campesino, el Comandante Carlos, Líster, Madrid, Jaén, Castuera, Teruel...
Ojo, que 2010 también es el centenario de Juan Gil Albert y ha quedado solapado por el de Orihuela. No sería de extrañar que, al fino hilo de una ponencia en el Congreso Internacional de Intelectuales en Defensa de la Cultura, me diera por recitar "La comunidad" de Gil Albert.
Intentaremos hablar poco del calvario final en beneficio del Cancionero y romancero de ausencias. Pienso.
Fotografía de la ficha carcelaria.
Por si algún paisano quiere venir a compartir la charla, la poesía y la sopa de cebolla, sepa que La Topera está en Zaragoza, calle San José de Calasanz nº 31, barrio de San José.
Pueden verse en este blog algunas fotos del lugar de los hechos, publicadas hace unos días. Las que acompañan el artículo forman parte de la composición Para la mesa de un orador: corazón en una copa donde me lo bebo yo.
19 de octubre de 2010
Ana Pelegrín y Arenas de San Pedro
Eliseo Parra, Federico Martín, Isabel Escudero, Carmen Orte y Boniface Ofogo
Asistentes en la carpa
Carmen y Luis Felipe en Los mozos de Monleón. En la mesa, Federico, Zen Yan Afane y Boniface Ofogo
Todo el tiempo. Junio 2009
Has estado allí, todo el tiempo, con nosotros Ana.Desde que Carlos Marzal se sentó en una silla sobre una tarima roja para desenmarañar el inexplicable misterio de la poesía. Desde que Luis Felipe Silbo Vulnerado, nos recitó 7 poemas como 7 soles asomando por el otero, bajo el repicar de las gotas de lluvia sobre un tejado blanco que había crecido por sorpresa entre los pinos.
Estabas allí también cuando Pablo Guerrero llenó de luz las sombras de la memoria, con su voz quebrada entre los cántaros del tiempo, en la noche mas oscura que hemos vivido junto al río.
Amaneciste con nosotros para volver a escuchar a Marchamalo y a Merlino entre interjecciones, quitándose la palabra, robándonos emociones, provocando sonrisas, arrancando carcajadas, las orejas abiertas, sorprendidos los ojos, colocando en nuestras bocas un inmenso, un interminable, un indescriptible: ¡OH!
Y allí seguías en la voz de Carmen Silbo Vulnerado cantando el Romance de Delgadina, como si el tiempo no hubiera pasado, como si nada hubiera sucedido después de tantos años y tantas cosas.
O cuando Isabel Escudero y Pilar Lago pusieron su voz y su música a tu recuerdo, acunando ese silencio tembloroso que dejan siempre las despedidas, ese silencio en el que todo parece estar de más y nada está de menos.
También estabas en la largo tren que Quico Cadaval fue tejiendo con metáforas para transportarnos a todos, en un largo recorrido, por ese camino interminable de las palabras.
Te vi acurrucada en la siesta poética bajo los árboles y aplaudiendo el premio Pep Sempere que le dieron a la escuela Gençana, mientras Sofía recogía cerezas y libros con su ancha y cálida sonrisa mediterránea y azul.
Quizás descansaste mientras, repartidos por el bosque Boni O'Fogo y Ze Jam Afane desvelaban los códigos secretos de los cuentos de África; Juan Kruz Igerabide y Patxi Zubizarreta nos hacían debatir, entre la coherencia y la incoherencia, el lugar del que surge la literatura, Raúl Vacas e Isabel Castaño daban-conversos y consentidos-un recital poético para puchero y sartén; o mientras Antonio Santos y Javier Zabala creaban trampantojos de lapiz y papel, Antonio Rubio recogía las 7 llaves de la memoria y Alonso Palacios hormigas viajeras.
Tal vez te despertaron los sonidos de la caverna de Miguel Ángel Mendo o la voz de Federico entonando versos una vez y otra vez y otra vez...
Y te refugiaste del frío de la noche, con nosotros, en butacas de terciopelo rojo, para disfrutar de Kraft, el espectáculo sin palabras, y tan lleno de sonidos de Bambalina, que invitaba a jugar con papeles que crujían, crepitaban, volaban y bailaban como si fueran almas del bosque que acabábamos de abandonar.
Para amanecer otra vez y volver allí, arriba, de nuevo al río, al bosque, al claro, al tejado blanco, para escuchar la voz pausada de un poeta de Anduna -Juan Kruz Igerabide - y un narrador de Ordizia -Patxi Zubizarreta- que, con extrema delicadeza, sugirieron libros, plantaron semillas, regaron poemas, avivaron palabras, mostraron islas, pusieron piedras, borraron fronteras, despejaron nieblas y dejaron huella.
Y de la txalaparta a los sones africanos para quedarte embelesada, con nosotros, escuchando las voces de 2 cameruneses: Ze y Boni, que llenaron, con el inmenso corazón de África, con sus ritmos y sus voces, de color y calor un día frío y gris, como pocos de los que se recuerdan en estas fechas en el valle del Tiétar.
Estabas allí, Ana Pelegrín, con nosotros, con los de siempre y con muchos otros, que nos acercamos cada año a aquel bosque-paraíso del exilio, del que nadie vuelve nunca del todo.
Isabel Sánchez
*
Aquí, intervenciones de anteriores ediciones:
Agustín García Calvo
Bartolomé Ferrando
Paco Ibáñez
Federico Martín Nebrás y Ana Pelegrín
17 de octubre de 2010
Capilla ardiente de Raquel Arellano
Desde las 10 de la mañana del 18 de octubre, hasta del 10 del día siguiente, permanecerá expuesto el cuerpo de Raquel en la sala 1 del tanatorio de Torrero. Zaragoza.
Aquí, un poema de César Vallejo:
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Miguel Hernández: lunes en La Topera
16 de octubre de 2010
Adiós, Raquel
No hay palabras ni lágrimas suficientes para expresar en esta casa el dolor que sentimos por la muerte, hoy, de Raquel Arellano Delgado.
Trabajó aquí como productora, fotógrafa, actriz y técnico. Era la personificación de la eficacia y la alegría.
Aquí algunas fotografías donde aparece, cosa rara porque era ella la que solía estar detrás de la cámara.
13 de octubre de 2010
'Hijo de la luz y de la sombra': Serrat canta a Miguel Hernández, hoy, en Zaragoza
Hoy precisamente, en plenas fiestas de Zaragoza, como para pasar desapercibidos, Serrat cantará la poesía de Miguel Hernández en el Auditorio de Zaragoza.
Consideramos una pena que se haya puesto esta fecha por cuanto que la celebración del poeta queda minimizada. Ignorando los entresijos de la contratación, no haremos más comentario que el ya expresado: que es penoso meter este espectáculo en el saco festivo.
Por otra parte, es de esperar que Joan Manuel Serrat signifique su duelo por la reciente muerte de José Antonio Labordeta.
Los que puedan pagar la entrada y asistan, ya nos contarán.
¡Qué ciudad ésta, Dios mío!
9 de octubre de 2010
Debate en el Senado. Análisis de Luis Peiró
A PROPÓSITO DE MIGUEL HERNÁNDEZ
Ha sido una grata sorpresa escuchar a Pío García en el Senado mientras leía a Miguel Hernández en el contexto de su discurso en defensa de las corridas de toros. Falta le hace a esta Cámara , al igual que a la otra, algo de poesía, aunque sea para que, al menos en algún momento, se olvide tanto lenguaje de bronca, tan excesiva farfolla tecnocrática que convierten en insufribles la mayoría de las intervenciones. “Como el toro estoy marcado por un hierro infernal en el costado…” Quien le iba a decir al poeta de Viento de Pueblo, al intelectual comunista que sufrió en sus carnes la persecución de la derecha, que un siglo después de nacer iba a ser elogiado en el Parlamento y encima por los conservadores. “Como el toro me crezco en el castigo, la lengua en corazón bañada y llevo al cuello un vendaval sonoro”. A mí me parece una gran noticia que la derecha asuma la poesía de Miguel Hernández como patrimonio nacional que es y pese a que fuera un combatiente de la izquierda. Sé que habrá mucha progresía rasgándose las vestiduras por considerar que se está utilizando al poeta con fines exclusivamente políticos y de corto alcance, cuando hay bronca con el asunto en Cataluña, que “casualmente” está en precampaña electoral. Muchos puristas de la poesía de Hernández y entendidos del toreo podrán argüir que el poeta se identificaba más con el drama y la tragedia del toro que con la gloria del torero. Y pensarán que la utilización de sus poemas realizado por el portavoz popular a favor del festejo es espuria. No deja, por otro lado, de tener un tufillo oportunista que el PP pretenda ahora reconciliarse con los intelectuales de izquierda, -García Escudero citó a Hernández, a Alberti y a Picasso- precisamente una semanas después de que los llamados artistas de la ceja –los que hicieron campaña a favor de Zapatero en 2008- hayan avalado públicamente la huelga general contra el presidente. No olvidemos que no hace mucho el PP quería también presentarse como el partido de los trabajadores... Pero sea como sea, gracias a ese inesperado recital parlamentario, hoy sería uno de esos días en los que me siento a gusto en este país. (Aunque reconozco que a mí nunca me gustaron los toros).
A solo unos escaños de García Escudero estaba sentado Manuel Fraga Iribarne, que no se pierde sesión alguna, y que escuchaba atentamente a su portavoz parlamentario cuando leía los versos del poeta. Don Manuel anda ya muy mayor pero siempre gozó de buena memoria. Es posible que esta mañana recordara como se perseguía y censuraba la obra del poeta por todo un equipo de censores y propagandistas cuando él era ministro de Información y Turismo. En la magnífica exposición que se acaba de inaugurar en la Biblioteca Nacional sobre el poeta, “La sombra vencida”, hay una pieza especialmente curiosa, muy expresiva de la saña, el desprecio y el odio que empleó el franquismo durante décadas en la represión de la cultura de los vencidos. Se exhibe una carta de 18 de mayo de 1967 – veinticinco años después de la muerte de Miguel Hernández- en la que el director general de seguridad de la época, Eduardo Blanco Rodríguez, envía al “querido y respetado ministro” don Manuel Fraga Iribarne unos escritos que ha localizado del poeta, unas “perlas” dice, “de la más pura autenticidad y nacidas y criadas en el clima de degradación espiritual que constituye la poesía de Miguel Hernández, ídolo de nuestros rebeldes de hoy”. Luego llama bellaco al poeta y recuerda que su suegro – un Guardia Civil- fue “asesinado por los rojos aunque no por ello la viuda de Miguel –Josefina Manresa- haya pasado a nuestro campo”.
En amplios sectores de la izquierda se ha considerado tradicionalmente a Fraga como el último eslabón del franquismo. Aunque yo prefiero considerarle como un enlace, una alianza de oro entre la Constitución –de la que ejerce justa paternidad compartida- y la rancia derecha procedente del anterior régimen. Seguramente sin la generosidad, el esfuerzo y la apuesta por la democracia de hombres como él, igual que por el sacrificio de tanta gente de la izquierda, sería impensable –aún no salgo de mi sorpresa- que un portavoz de la derecha leyera a Miguel Hernández en el Parlamento, aunque haya habido que esperar tanto.
En esa línea de justicia, al reconocer la excelencia sin importar la referencia ideológica, en esa reconciliación con nuestra historia y nuestra cultura, con nuestra memoria histórica, sería importante qué el PP fuera entonces consecuente. Que dejara de poner trabas a la apertura de fosas en la que los restos de muchos represaliados de la Guerra Civil siguen aún enterrados en el más absoluto anonimato. Deberían atender a las peticiones para que colaborara en la rehabilitación moral de tanto ajusticiado y de tanto condenado por la dictadura. ¿Por qué el PP no rompe su doctrina oficial y asume de una vez que reconciliarse con el pasado no es revivir el enfrentamiento sino cerrar definitivamente heridas? Para ser creíbles del todo Pío García Escudero y los suyos deberían de apoyar que se pida la declaración de nulidad de pleno derecho y la inexistencia jurídica de las condenas vomitadas por los siniestros tribunales de Franco. Algo que por cierto ha hecho la fiscalía que solicita al Supremo la nulidad de la sentencia por la que se condenó a muerte a Miguel Hernández…
Publicado en Diariocrítico.com
5 de octubre de 2010
Comenzó el octubre hernandiano en La Topera
Al fondo del local, bajando las escaleras de la pinacoteca-restaurante, el comedor se había reconvertido en saloncito de ateneo popular.
Pedro Colás presentó las charlas que tienen lugar este mes en La Topera para significar el centenario de Miguel Hernández.
Y yo me lancé a contar que en la del lunes 18 se hablará de los años 1910 a 1936, y en la del día 25 de las etapas de guerra y prisión, de 1936 a 1942. Me permití recordar a los contertulios que hay mucha leyenda en torno a Miguel, y recomendé buscar las biografías publicadas recientemente, de las cuales di información.
Los asistentes no quedaron callados y aproveché para anotar los episodios que se proponían: las relaciones con Pablo Neruda y con juan Ramón Jiménez, la leyenda del poeta arrancando la tierra de la fosa de Sijé (éste cuento no lo había oído aún), etc.
Al término de la charla, el debate se trasladó a la barra, donde La Topera nos brindó una sopa de cebolla.
Así, pues, en las próximas sesiones repasaremos su biografía y pondremos algunos escritos como ejemplo de sus inquietudes estéticas, sentimentales y sociales.
4 de octubre de 2010
Desde hoy en la Biblioteca Nacional: Miguel Hernández
Mª Teresa Fernández de la Vega, Vicepresidenta Primera del Gobierno, y la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, la inauguran hoy en la Biblioteca Nacional de España, donde permanecerá hasta el 21 de noviembre de 2010.
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