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Carina en la Biblioteca La Buena Lectura de Concepción del Uruguay |
Carina Resnisky sigue mostrando por tierras del noreste argentino Audición Poética de Berta Singerman.
La próxima será el sábado 6 de abril en la Sala Sinergia Teatral, de Gualeguaychú.
La más reciente, del sábado pasado en Concepción del Uruguay, contó con la presencia de entendidos en las materias que nos ocupan: poesía y teatro.
Entre ellos, Fabián Poerio, profesor universitario y buen conocedor de la métrica grecolatina, que ha descrito el trabajo de Carina en las líneas que siguen:
Audición Poética
Confieso que, cuando me llegó la invitación para escuchar a una actriz recitar poesía, me sentí tironeado por dos emociones contradictorias. Como profesor de Retórica, he visto tantas veces arruinada la obra de grandes poetas por parte de actores con buena intención, pero con prosodias involuntariamente destructivas, que mi primer impulso fue decir que no.
Sin embargo, el nombre de Carina Resnisky no es cualquier nombre. Conocía su trayectoria impecable, seria, exitosa, y conocía también su trabajo cultural, el que debería recibir un adecuado reconocimiento. Y la compañía, El Silbo vulnerado, lleva ya décadas investigando y poniendo en escena recitados maravillosos.
Así que dejé de lado mis prejuicios, y fui al teatro dispuesto a disfrutar, deseando que mi formación académica no interfiriera en el goce.
La felicidad me envolvió desde el primer poema. Inspirada en el ejemplo de la grandiosa Berta Singerman, pero con un estilo propio, Resnisky se apoderó del escenario y algo maravilloso se instaló en mi corazón. La voz era pura luz. Poderosa, fresca, grave o aguda según fuera necesario, sin estridencias desagradables. La poesía fue siempre protagonista. El vestuario, la expresión corporal y la iluminación, estaban al servicio de la palabra. Y gracias a que la actriz supo desaparecerse y retoñar al poeta con su mirada del mundo, poco a poco, fuimos viendo emerger a Ibarbourou, Storni, Mistral, Darío, Lorca, y a muchos otros. Juro que Alfonsina estuvo allí esa noche. Y Sor Juana. Y todos los demás. ¡Cuántas horas de estudio se necesitan para ello! Demasiadas.
La Poesía no es sencilla de recitar. Se requiere de mucha intuición del ritmo y mucho conocimiento de sus reglas. Si no se hacen las sinalefas y las sinéresis correctas, si no se respetan las consonancias y asonancias, si no se descubren a tiempo los acentos interiores, se corre el riesgo de eliminar la belleza original del texto. Ver que esto no solo no sucedía, sino que además la belleza intacta lograba emocionarme y erizarme con su poder transformador, fue la segunda maravilla de la noche.
Ante mí, los octosílabos y endecasílabos brotaban dulcísimos y perfectos. Yámbicos y sáficos sin fisuras. Los anapésticos de Darío con perfección absoluta. ¿Qué estaba sucediendo en ese lugar? Magia pura, emergida del respeto absoluto por la obra ajena, por la palabra del otro. Carina Resnisky obró el milagro con su trabajo serio y responsable, engendrado desde la humildad del que construye admirando. Ese trabajo que tanto sigo agradeciendo, porque esa noche renovó mi fe y nos dio el placer. Y la Luz. Una maravillosa Luz de Creación.
Fabián Poerio
Esta actuación se celebró en el salón de la Biblioteca La Buena Lectura, donde se tomaron estas fotos. En ellas se intuye el desarrollo gestual, aparentemente sencillo, con que acompañaba Singerman la voz de los poemas y que Carina remeda magistralmente.