Entrando a la Fábrica vemos que tiene dos alas, a la derecha está el Espacio en Construcción, con sus exposiciones singulares. A la izquierda, primero, el taller de la ceramista Begoña Mateo; luego, el Espacio-espacio, donde campan titiriteros, actores y bailarines. Es algo así como la parte noble de la fábrica, la nave central de esta catedral multidisciplinar y semiclandestina.
Por otros puntos del solar hay otras iniciativas de las que poco sabemos, pues tienen entrada por otra puerta.
En la primera quincena de este mes ha habido una actividad inusitada, por lo menos eso nos ha parecido a nosotros. Ha sido raro el día que no hemos tenido que rodear un ensayo para encontrar a Karlos Herrero, el vicario del templo.
Gallardo y Artiach |
Cada cual en su género y en su horario. Unos, con ensayos abiertos; otros, en función de la cámara.
Mateo y Díez |
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