En esta fotografía lo vemos junto a María Goyri, en su viaje de bodas que consistió en recorrer la ruta del Cid.
Se cumplen ciento cincuenta años de su nacimiento. Bueno es saber los acontecimientos que preparan entidades académicas y organismos culturales.
De todo ello hace un detallado recuento la Fundación Ramón Menéndez Pidal, según relata su presidente, Jesús Antonio Cid. Copiamos aquí lo referente a ediciones de libros. El resto de artículo, con información de exposiciones y coloquios previstos, puede leerse aquí.
(...) La Fundación Ramón Areces ha patrocinado la edición del «Romancerillode Salónica» que en plena Guerra Civil reunió Maximo Kahn, un judío alemán,no sefardí, pero radicado en Toledo, enamorado de la cultura medieval judeoespañola,y nombrado cónsul de la República en la ciudad griega. Allí propusoque el Ministerio de Estado publicara un Romancero sefardí para sefardíes, nopara españoles ni para hispanistas. La idea fue aceptada y Máximo Kahn preparóese romancerillo con criterios selectivos estéticos muy personales. La derrotade la República impidió culminar la edición, pero los materiales reunidos le llegarona Menéndez Pidal y son los que ahora se publican. En la presentación dellibro, en el auditorio de la Fundación Ramón Areces, esta previsto un coloquioa cargo de especialistas en la cultura sefardí, y un concierto de música sinagogaly tradicional judeo-española.También en coincidencia con el bienio, esperamos que salgan a luz al menoscuatro obras, que la Fundación considera de importancia crucial para elpatrimonio cultural hispánico, y que han requerido largos años de preparación:Las dos primeras suponen la reanudación del Romancero Tradicional de lasLenguas Hispánicas, paralizado durante treinta años: son la edición de los volúmenesdel Romancero del Cid y de La muerte del príncipe don Juan.Que el Romancero del Cid, icono, para bien e incluso para mal, de lo hispánico,esté sin publicar en edición solvente y rigurosa, a la altura de 2018, cabríacalificarlo casi de vergüenza nacional. Es un estado de cosas que, esperamos,por fin se podrá subsanar. La muerte del príncipe don Juan, por otra parte, esun romance tótem para Menéndez Pidal y su familia; su casual hallazgo porMaría Goyri en 1900 revelaba la supervivencia del romancero oral en la Castillanuclear. Pero el romance es además un ejemplo máximo de la variación creativay del arte de la refundición en la poesía narrativa tradicional. El luctuoso hecho,la tragedia que supuso la muerte del heredero de los Reyes Católicos en 1497,ha conservado abundantes rastros de historicidad que se manifiesta en las másde 500 versiones del romance hoy documentadas, pero no menos evidentes sonlas invenciones y desarrollos novelescos del todo ajenos al suceso de fines delsiglo xv.La tercera obra es la edición de la correspondencia de Menéndez Pidal y AméricoCastro, que me permito adjetivar como el corpus epistolar más importantepara la filología española del siglo xx, y para la propia historia cultural española.Son trescientas cartas, varias de ellas muy extensas –de seis y más folios–, escritasa lo largo de casi cincuenta años. En ellas y en un diálogo siempre sinceroy a veces muy tenso, vemos desfilar, en un amplio panorama las apreciacionessobre sus contemporáneos, desde Alfonso XIII y Manuel Azaña a Unamuno yOrtega, a toda la romanística y el hispanismo europeo y americano; y vemossurgir anticipadamente los elementos básicos de la teoría histórica de Castro,forjada en contraposición a los puntos de vista de su maestro en el desgarro delexilio.Una última obra, muy distinta, que la Fundación confía en publicar es ellibro inédito de Menéndez Pidal sobre Marcelino Menéndez Pelayo, escrito en1914, y corregido incesantemente por don Ramón hasta la década de 1950, sinque llegara a darle la mano definitiva. Se trata de una aproximación a la personalidadintelectual y humana de Menéndez Pelayo, trazada por su discípulo másinsigne, y un examen riguroso de toda la obra de don Marcelino; examen, claroestá, ponderativovo, pero no hagiográfico ni exento de crítica. Es un libro queha requerido una compleja preparación, por los abundantes pentimenti a lo largode todo el texto, dobles y triples redacciones de varios capítulos, cambios deordenación, etc., y por la copiosa anotación que ha sido necesaria. (...)
Jesús Antonio Cid
Boletín de información lingüística de la RAE, nº 11, 2019)
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