Luisfelipe y Carmen. Robres, 11 julio 2015 |
Del festival cuida el Grupo de Teatro de Robres, que ha conseguido en su larga trayectoria que el teatro forme parte del sentir colectivo.
Hay que aclarar que el pueblo es especial. Tiene unos 600 habitantes. El Grupo de Teatro lleva 27 años en activo, y cada montaje trasciende las fronteras de Aragón. En el pueblo se hace una revista periódica, El Pimendón, y cada año los gaiteros aragoneses se reúnen un día a hacer sus cosas. Eso, por si parece poco que desde hace 14 años celebren el festival con una media de 200 vecinos por sesión. Cobran entrada, que lleva incluida un refrigerio en el ambigú montado en el mismo parque. No hace falta hablar de la reciedumbre de sus vinos, ni de la belleza de sus gentes.
Robres está cerca de Huesca. Qué suerte.
Pasamos la calurosa tarde con el director de escena Luis Casaus.
Recordaba Carmen la presentación del disco Monegros que se hizo en Robres en 1990, y que culminó con el dance en la plaza, tras los romances cantados por Simeón Sarrate. Allí estuvimos con Leda Valladares, celebrando la primera grabación "homologable" de un disco documental en Aragón.
¿Y qué vamos a decir de nuestra función hace un par de semanas?
El espectáculo tiene dos vertientes: la interpretativa como bien reflejan las fotos, y la monologal, donde yo hablo de asuntos referidos a la poética y a la preceptiva literaria aplicada a la escena. En Robres comencé hablando del "arte mayor" diciendo más o menos:
‘Arte mayor’
es una de las expresiones incómodas de la Poética clásica. Se aplica solo al
verso (no al poema) cuando tiene más de 8 sílabas métricas. Con 8 o menos es
verso de arte menor. Un verso alejandrino, 14 sílabas, es de arte mayor, solo
que es un tipo de verso de los llamados compuestos,
que se dividen en su mitad
(cesura), o sea: en cada verso de 14 hay
dos de 7. Lo mismo pasa con el Romancero, donde los versos se escriben así:
En Santa Gadea de Burgos, do juran los
hijosdalgo,
allí toma juramento el Cid al rey
castellano.
Las juras eran tan bravas que a todos ponen
espanto:
sobre un cerrojo de hierro y una ballesta de
palo.
O así:
En Santa Gadea de Burgos
do juran los hijosdalgo,
allí toma juramento
el Cid al rey castellano,
Las juras eran tan bravas
que a todos ponen espanto:
sobre un cerrojo de hierro
y una ballesta de palo.
“Arte mayor”
y “arte menor" forman parte de la terminología poética. Pero la expresión “arte mayor” la usamos también para
significar nuestro mayor encomio hacia una obra de arte, literaria, escénica o plástica.
Técnica y belleza. Razón y canción. Que ‘lírica’ venga de ‘lira’ tiene que ver en esto.
Pero
aquí hablamos de un arte como técnica y los adjetivos comparativos lo son en relación a la cantidad
de sílabas, no a la calidad del verso. Aun así, no suena bien que los
versos de este villancico medieval sean de “arte menor”:
No me las enseñes más,
que me matarás.
Estábase la monja
en el monesterio,
sus teticas blancas
de só el velo negro.
Más,
que me matarás.
Acaso no
todos coincidan conmigo en la apreciación de arte mayor para este poema que
Diego Sánchez de Badajoz recogió en su Farsa
del juego de cañas a mediados del s. XVI.
Pero seguro
que coincide el lector en que es maestría muy grande la de estos otros de Manrique:
Nuestras
vidas son los ríos
que van a
dar en la mar,
que es el
morir;
allí van los
señoríos
derechos a
se acabar
allí los
ríos caudales,
allí los
otros medianos
y más
chicos,
y llegados,
son iguales
los que
viven por sus manos
y los ricos.
Pues esto es
arte mayor con versos de arte menor.
Por cierto
que en las Coplas de Manrique, tenemos ejemplos de licencias métricas ya
desusadas… Veamos: el esquema de las
coplas manriqueñas, es el mismo para las 40, cada una con 12 versos:
8a 8b 4c 8a
8b 4c 8d 8e 4f 8d 8e 4f
Son dos
sextillas de pie quebrado.
Ahora, volvamos a fijarnos en la estrofa de Manrique para comprobar que coincide con el esquema.
Observemos que el tercer y sexto
verso no tienen las cuatro sílabas preceptivas:
que es /el / mo / rir
1 2 3 4 (+1)
Recordemos al desmemoriado que aquí
hay una sinalefa (que es) y que el final de verso en sílaba aguda añade una
sílaba más al cómputo métrico. Bueno,
pues eso: hay cinco sílabas gramaticales
En el sexto vemos:
y / con / su
/ mir
1 2 3 4 (+1)
Donde las 4
sílabas gramaticales se convierten en 5 métricas por su final agudo.
¿Cómo es posible?
¿Se confundía el propio Manrique? No, es la licencia llamada "compensación",
que equilibra la distribución silábica subiendo la primera sílaba al verso
anterior
Nuestras
vidas son los ríos
que van a
dar en la mar,
que es / el
morir;
allí van los
señoríos
derechos a
se acabar
y /
consumir;
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