Carnaval de Buenos Aires: Ariel Prat |
El panorama es alentador
ARIEL PRAT
En Argentina, y sobre todo en Buenos Aires, el
Carnaval no podría existir sin la murga. En cambio la murga existe más
allá del Carnaval, sobre todo hoy en día, cuando la murga desfila,
canta, caminando sobre calles y escenarios acompañando a puro ritmo y
color momentos de la vida social y cultural de este país. Línea de vida
que arrancó sin meditarse y sólo a caballo del calor y el deseo popular
un mes de octubre del ’45, cuando la murga aportó su viejo tam tam al
ambiente, interrumpida allá por mediados de los años ’50 y retomado el
trazo ya con el regreso de la democracia. Hay asignaturas pendientes en
el campo de la cultura nacional, deudoras con la murga y con toda
expresión criolla carnavalera. El bombo sigue siendo el gran desconocido
para miles de percusionistas; el baile, para los entendidos de las
danzas populares, ese “eslabón perdido entre el compadrito y el negro”,
como suelo llamarlo.
Pero en épocas de recuperación y conquistas de derechos perdidos o
ignorados, el panorama es alentador; somos muchos, acontecimientos como
los del Bicentenario, la vuelta del feriado y el ciclo del Tasso que
animamos por segundo año consecutivo, lugar clave de la música popular
argentina, son pruebas valederas. Nuestra murga es el negro con
pandereta, funyi y zapatillas blancas. Portador de un sentimiento de
rabia y orgullo que se baila. Y nada que ver con otras orillas, que
ignorancias bien aprendidas a veces pretenden meter en una misma bolsa,
con agravios comparativos, zonceras de medio pelo.
La murga camina... ¡Salú Carnaval!
O esta entrevista en la TV Pública Argentina
Al parecer, en el legendario Tasso de San Telmo dieron el zambombazo.
Ariel con Pablo Sánchez Canepa |
CarnaPraTasso. |
A ritmo de murga-Rioplatense
PABLO VÁZQUEZ
El
carnaval, una fiesta que nunca se cierra en sí misma, este año quedó
marcada por la tragedia de Once. Pese al drama que desde ocho días atrás
condicionó la celebración y en muchos casos la canceló, hubo -como en
cada febrero- hechos insoslayables.
Uno
de notorio brillo fue el ciclo Carnapratasso, que protagonizado por
Ariel Prat y una murga en cada noche se extendió durante los cinco
miércoles del mes y finalizó ayer en el local de San Telmo. Junto a su
rotunda pero sutil banda de músicos permanentes y semipermanentes (entre
ellos Miguel Suárez en bajo y voz, Alejandro Caraballo en bombo con l
platillo, Nano Campoliete y Hernán Kallis en guitarras, Mónica Papalia
en piano y Martín Hernández en guitarra, más el bersuit Juan Subirá en
teclado y dirección), el juglar murguero estremeció a todos con un
repertorio y arreglos bien murgueros, que sonaron luego del sabroso
aperitivo que brindaron, cada uno a su turno, Los Cachafaces de
Colegiales, Los Pitucos de Villa del Parque y Devoto, Atacados por la
Santa Risa y Alucinados de Parque Patricios. El Tasso abarrotado en cada
función confirmó el salto de popularidad que Prat viene acelerando en
las últimas temporadas.
El
autor de Los Transplantados de Madrid viene acompañando el desarrollo
murguero, que incluye el surgimiento de un público cada vez más avisado
de las esencias de la manifestación artística porteña y que sabe dónde
encontrar la genuina expresión callejera realizada en condiciones
profesionales. Y ahí está Prat, que le hace desparramar a la
concurrencia pasos y saltos de murga que una década atrás eran mucho más
espadados.
El
cantor, afinado aún en los momentos de mayor exaltación y que regaló una
imperdible murguera versión de su clásico Agua y Diamante, crece y hace
crecer al género que nunca abandonó. Por ahí debe andar el secreto de
esos cinco recitales cinco que sobresalieron en este difícil febrero.
Y adelantamos la última novedad del cantor: Curiosidad y azar (Versos de trashumante) publicado por la editorial Milena Caserola. Lo presentará en Buenos Aires el martes 13 de marzo en el salón de Caras y Caretas (Venezuela 330) a las 19 hs.
Véase también:
La entrevista en Clarín del 1 del presente.
La página de Ariel Prat en facebook
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