21 de marzo de 2021

Rodo recita a Rosalía

José Ángel Rodicio, Rodo, nos regala periódicamente la recitación de un poema memorizado. Hoy, Día de la Poesía: Dicen que no hablan las plantas de Rosalía de Castro.

 

En los teatros

 Vuelve este año la Gala del Teatro que organiza Ares.


Estos meses he recorrido teatros y auditorios de Zaragoza con fruición. ¿Afición, terapia, militancia? No sé, un poco de todo, supongo. Pero ha sido el mejor sustitutivo de la lectura, que tan difícil me resulta desde que empezó la pandemia.

Arbolé, La Estación, el Auditorio, el Principal, algún centro cívico... obras para niñoso adultos... compañías locales o de fuera...

Ir hoy al teatro tiene algunas diferencias con la pasada normalidad. La primera es la ubicación del espectador en la sala, con esas butacas vacías y los protocolos para entrar y salir. ¿Incómodos? A todo se acostumbra una, que dicen las madres. Más censurable me parece la ausencia del programa de mano, prescindible en muchos casos, sí, pero importante en otros. Por ejemplo, cuando hay un elenco "grande" (o sea más de dos actores), o se trata de una adaptación, o van cobrando interés elementos de la puesta (escenografía, música, vestuario, utilería...) que , a priori, parecen secundarios y uno necesita consultar. En fin...

Esto último me pasó con dos trabajos muy estimables: Mujercitas y Los hermanos Machado, distintas en su génesis, pues la primera es una recreación escénica de una obra previa, y la segunda es una creación en la onda del teatro bio y documento.

A propósito del teatro-documento -tan entremezclado hoy con el término "memoria histórica"- debo reconocer que, junto a cosas deleznables, he disfrutado de grandes momentos. Han pasado cinco meses y sigo teniendo en la memoria  La invasión de los bárbaros. Rigor, rigor y rigor compatible con intriga, conflicto y emoción.

También quedan en primera línea de la memoria los trabajos unipersonales de dos colegas (y que no son especialmente amigos): Lu de Lurdes y Alberto Castrillo. 

A veces la poesía aparece como reclamo o como complemento en algunos montajes. Ahí he visto de todo, teniendo que marcharme en alguna ocasión del teatro antes de terminar la función. También pasa que -a veces- el público va a ver al actor querido y le permite cualquier osadía.

20 de marzo de 2021

Traducción simultánea acompasada

 

Alicia Fernández, Luisfelipe. Fase 66 en CC Delicias. Foto Julio Marín

Periódicamente nos ocupamos en algún ejercicio de traducción en escena. En las Noches de Juglares del pasado año nos juntamos con otros colegas amigos y sacamos adelante un proyecto ambicioso de canto y traducción simultánea. Lo presentamos como Canciones yankis: del folk a la psicodelia. Como se verá, a las voces sumamos la lengua de signos.

En este vídeo vemos la versión de Huracán, un clásico de los 70 de Dylan.

Más información, fotos y vídeos de este trabajo: https://fase66.wordpress.com/

Carina Resnisky: hoy en Concepción del Uruguay. Seguimos con Singerman

Continuamos los trabajos en torno al mundo de Berta Singerman. Cuarteado el grupo por las fronteras pandémicas, no vamos a dejar que el árbol se agoste y seguimos regando.

Hoy en Concepción del Uruguay presentamos Audición Poética de Berta Singerman, una suerte de espectáculo poético que recrea estilo y repertorio de la diva argentina. El trabajo de Carina Resnisky complementa  -puede servir de prólogo también- la obra Vuelve Berta Singerman, ahora en barbecho.

 
 
 
 

Audición Poética de Berta Singerman

La reconocida rapsoda Berta Singerman llamaba a sus recitales de poesía "Audiciones poéticas".  Este unipersonal, con la actuación de Carina Resnisky, es una recreación de su estilo declamatorio que cautivó al público de muchos lugares del mundo, entre los que se cuentan las colonias de principios de siglo XX en Entre Ríos, que Berta Singerman recorrió desde niña con la compañía teatral de su padre. La dirección es de Luis Felipe Alegre y Carina Resnisky, en una creación de la Compañía El Silbo Vulnerado

Un repertorio de poesía seleccionado a partir de las interpretaciones más emblemáticas de su carrera, realizado en esta ocasión al aire libre. 

La función se realizará en la vereda de ‘Yotivenco’, espacio teatral de Concepción del Uruguay.

En esta situación que atraviesa el arte escénico es preciso repensar otras maneras de reencontrarnos con el público. 

El teatro resiste como hace siglos lo viene haciendo. 


Yotivenco Artes escénicas nace de la idea de abrir un espacio de formación, y poco a poco se fue convirtiendo en un lugarcito donde se conjuga Teatro contra las adversidades.


Impulso Escena Entrerriana es un proyecto de la Secretaría de Cultura de Entre Ríos en cogestión con espacios y artistas independientes, para aportar a la reconstrucción del ecosistema cultural

 

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El miércoles pasado, en Zaragoza, dedicamos una sesión a la poesía de autoras latinoamericanas, lo que nos permitió recordar los ejes románticos y modernistas de Berta Singerman. Fue un formato de conferencia-recital, tal como nos había pedido la Asociación de Mujeres Latinoamericanas de Zaragoza Inaru. El acto, celebrado en el CC Esquinas del Psiquiátrico y programado por el Aula Intercultural de la Casa de las Culturas, fue presentado por Mónica Díaz Macket y contó con la voz de Delia Remón poniendo el contrapunto al discurso de Luis Felipe.
 



19 de marzo de 2021

De luto por Antón García Abril

 La inspiración viene  de la búsqueda 

Antón García Abril


Para conocer su poética y el contexto histórico en que se fraguó debemos recomendar la lectura de DEFENSA DE LA MELODÍA su discurso de ingreso en la R. Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1983.

Compositor prolífico, deja un impresionante repertorio con obras de muy diversos formatos para orquesta y bandas sonoras.

García Abril legó toda su obra escrita al Conservatorio Superior de Música de Aragón.

El Ayuntamiento de Teruel ha decretado tres días de luto oficial en honor al autor de la música de nuestro Himno.


Tristeza en este Grupo. En especial para los compositores de la casa, Goyo Maestro, José Luis Romeo, Arelys Espinosa... por la muerte de este paisano universal admirado por todos nosotros.

16 de marzo de 2021

Poetisas latinoamericanas

 

Desde Sor Juana Inés de la Cruz, la gran escritora mexicana del siglo XVII, han ido apareciendo en las Letras latinoamericanas numerosas voces femeninas que no alcanzan la difusión que merecen. Esto no fue siempre así. Hubo un tiempo en que las escritoras fueron reconocidas y valoradas por el público lector. Así, en las primeras décadas del siglo XX, la chilena Gabriela Mistral (única escritora latinoamericana premiada con el Nobel), o la uruguaya Juana de Ibarburu, entre otras muchas.

Hoy, las más nombradas son las reconocidas con el Premio Cervantes: Dulce Mª Loynaz, Elena Poniatowska e Ida Vitale. Pero acaso ahora llaman nuestra atención las más novedosas, como la colombiana Jhoana Patiño, la cubana Nancy Morejón, la nicaragüense Gioconda Belli, o la brasileña Valeska Torres.

La poesía femenina de América es un universo por descubrir. Este recital es un acercamiento, solo eso.

El acto, organizado por INARU -Asociación de Mujeres Latinoamericanas en Zaragoza- y el Centro Cívico Esquinas del Psiquiátrico, forma parte del Aula Intercultural de La Casa de las Culturas. Estará presentado por  Mónica Díaz y contará con la colaboración de Delia Remón.

15 de marzo de 2021

¿Dónde está mi sepultura?


Había oído silbar las balas cerca de mi oído y, la verdad, estaba interesado en el final de la película: la muerte. Al siguiente año se cumplirían 40 de la muerte de García Lorca y queríamos recordarlo. Una pequeña gira contratada por Caja Navarra nos dio cierta liquidez para preparar ese espectáculo lorquiano. Todos los poemas estarían relacionados con la muerte -lo que no es difícil con Lorca.

Esos años estaban en el grupo Francisco J. Gil,  Chusé Aragüés, Gloria G. Lacal, Alfonso Lavilla, entre otros. Para Lorca 40 años ausente ensayamos un tiempo con la bailarina Olga Gros.

Con Gil a la guitarra, venía trabajando desde cuatro años atrás algunos poemas que nos iban aportando cierto crédito teatral, como el “Grito hacia Roma” con música estilo vanguardista, o el “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías” que habíamos conseguido cuadrar con el “Asturias” de Albéniz-Tárrega. Ahora organizábamos el material en escenas que llamábamos “gráficos”. Lavilla había reproducido una docena de caricaturas hechas a Lorca y otras tantas pinturas del poeta para exhibir en el vestíbulo del teatro.

La función debía terminar con el poema “Casida de las palomas oscuras” acompañando a una proyección de imágenes atropelladas (como de alguien perdido o que no sabe dónde mirar) del barranco que va de Víznar a Alfacar. 

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Para filmar aquellas montañas granadinas nos desplazamos Javier Artal y yo armados del tomavistas, una mochila y una guitarra haciendo auto-stop desde Zaragoza. Pasado Madrid la primera parada la hicimos en Ocaña, pues con El Silbo siempre se para en Ocaña. Entramos reverencialmente en su plaza para brindar por el maestre don Rodrigo Manrique, cuya muerte desató la inspiración de su hijo Jorge; aquella elegía tan humana, política y espiritual. ¡Aquellas "coplas", ay!

A la salida de Ocaña,  nos para un mercedes con matrícula GR. Su único ocupante resulta ser el cantaor Manolo Escudero, popular entonces por haber grabado con aire flamenco “Extraños en la noche”.  Al vernos con la guitarra había parado por solidaridad juglaresca.

Le informé de nuestra misión: hacer unas tomas en el barranco de Víznar a Alfacar para proyectarlas al final de un espectáculo con el poema “Casida de las palomas oscuras”. Y pasé a recordarle esos versos.  Como el poema dice dos veces “¿dónde está mi sepultura?” Escudero pensó que queríamos filmar la tumba del poeta y comenzó a desgranar las versiones del enterramiento. Yo le iba discutiendo nombres, lugares y fechas, hasta que el colega se mosqueó porque no entendía cómo tenía esas informaciones. ¿Seríamos dos guardiaciviles disfrazados de jipis? Confesé que mi fuente era Gibson y que su libro se hallaba en todas las librerías francesas. Risas, porque Escudero vivía en Londres, donde cantaba misas flamencas y solo conocía la versión inglesa (Gibson, The Death of Lorca), pero había datos que sabía por un amigo español exiliado allí. 

Insistí en que no pretendíamos encontrar nada, solo filmar los parajes. En Despeñaperros empezamos un intercambio. Él cantaba un algo y yo le recitaba un poema de Federico. Cuando él cantaba, se subía la ventanilla; cuando yo recitaba, bajaba. A la cuarta ronda le dije que sus letras recordaban a Lorca, aunque no fueran de Lorca. Y seguimos: unas alegrías por un poema primerizo, unas seguidillas por una gacela, unas soleares por un romance gitano, y así hasta que llegamos a Guarromán.

So pretexto de descansar, entramos a una fonda y nos bebimos la única botella de güisqui que había.  Manolo –a esas alturas ya nos tratábamos como hermanos- hizo que nos juntáramos porque nos iba a confesar algo interesante. Recuerdo las tres cabezas muy juntas. Éramos dos veinteañeros con pelo largo y un cuarentón bien peinado y trajeado junto a tres vasos y una botella vacía. La discreción que buscábamos con nuestro acercamiento fue motivo de atención para los parroquianos, como si quisieran oír lo que nos decía Manolo: “Las letras que cantaba son de Lorca. Un amigo en Londres tiene un baúl con poesías y obras de teatro de Federico. Y está todo inédito. Cuando estoy en Londres suelo pasar muchos ratos leyendo cosas del baúl y haciendo canciones con los versos que os he cantado”. Yo apostillé: “Así que eres amigo de Martínez Nadal”. Estallamos en carcajadas.

Entró la Guardia Civil. Reconocieron a Escudero y éste nos presentó diciendo que nos llevaba a actuar esa noche con él en el Rey Chico de Granada. Creo que la llegada de la pareja nos salvó la vida, pues estábamos a punto de pedir una botella del anís Machaquito, que tanto nos gustaba a Javier y a mí.

El viaje continuó con Artal detrás tocando la guitarra y los tres cantando cualquier cosa. Hubo tiempo de hablar de la recitación, porque en Andalucía se cultivaba la –como quien dice- recitación flamenca o a compás. Le conté que había visto a Raphael en el Fleta de Zaragoza recitar un poema de Benítez Carrasco, “Uno, dos y tres”, y me había gustado. Me dijo: tú a quien tienes que ver un día es a Gabriela Ortega

Como íbamos a seguir con nuestros temas en el Rey Chico, Manolo sugirió que Javier y yo hiciéramos allí una actuación de prueba; además, triunfaba esa temporada en la sala un bailaor de Zaragoza, El Rondeño. Pero eso era imposible porque con la manía de recitar con la ventanilla bajada me estaba quedando afónico. 

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Estos días me he interesado por encontrar la pista del amigo cantaor. Solo aparece en este vídeo:


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Dedicamos un día a Fuentevaqueros y un atardecer con una mañana al barranco. Luego salimos de regreso, sin tanta suerte como a la ida. De madrugada nos desembarcaba un coche en la avenida de Extremadura de Madrid. Subimos a un autobús de obreros que iba de camino de la N-II. Allí oímos que uno le susurraba al conductor “Ya ha muerto”. Era el 20 de noviembre de 1975.

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Pasaron casi cinco meses hasta que se pudo estrenar la obra. Entre medio, vivíamos una modélica transición salpicada de muertos. Anunciamos el estreno en el CMU Cerbuna para marzo. Se retrasó porque, tras la masacre de Vitoria, fui encarcelado acusado de manifestación ilegal. Entonces Olga se fue de gira con el Ballet de Luisillo a Filipinas. Estas dos últimas situaciones justifican que Olga no aparezca en las fotografías y que yo lleve ese corte de pelo carcelario.

A finales de marzo conseguimos estrenar -sin bailarina y viendo cómo trituraba la película el proyector. Pero lo peor fue que se declaró año de homenaje a Miguel Hernández y tuvimos que reorganizarnos con... pero esa es otra película.


La fragilidad del super 8 cuando se proyecta suele ocasionar atascos y mordidas en la película. Quedó pronto cuarteada y se acostaron los rollos en el cajón de los sueños.

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Un día le comenté a Javier Navarro Chueca, el arqueólogo zaragozano, la existencia de esas cintas de super 8, por si podían serle de utilidad. Como podían tenerla se encargó de que fueran restauradas y digitalizadas. La semana pasada nos llegó el material y lo reponemos aquí.


 

Javier Navarro es investigador meticuloso. Bien lo saben en Cuba, donde dirigió la localización de soldados españoles muertos entre 1895 y 1898 (véase Almirante Cervera Regreso con honor).

En dos ocasiones ha  intentado Javier encontrar la fosa donde enterraron a  García Lorca junto al maestro  Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Juan Arcollas.No siguió las indicaciciones (infructuosas hasta el momento) de Gibson, sino las aportadas por el investigador Miguel Caballero (Las trece últimas horas en la vida de García Lorca, Madrid, editorial La Esfera) y el general Nestares. Sin suerte. De ello hemos ido dando noticia aquí en estos años.

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