SÁTIRA y SÁTIRO -melólogo del XVIII pillín-

Con:
Luis Felipe Alegre, actor
Carlos Malicia, músico
Escenografía: Karlos Herrero
Montaje: Manuel Gálvez
Cartel: José Luis Romeo

Presentamos en este Sátira y Sátiro una selección de poemas narrativos del siglo XVIII español que tienen como tema el juego erótico (por decirlo de forma elegante). El actor invoca a Venus, a Apolo, a las Musas... y recibe la inspiración en forma de narraciones escabrosas escritas en octavas reales,  décimas, liras y sonetos. 

De la unión de la palabra (λόγος ) de un solo actor, con la música (μέλος) interpretada en escena, se forma el “melólogo” desarrollado a finales del siglo XVIII. Pudo ser una variante del bululú, pero en fino.  Arte útil para instruir deleitando. Tomás de Iriarte -uno de los autores que transita por Sátira y Sátiro- fue afamado melologuista.

Los versos de Samaniego, que en su día se reunieron como El Jardín de Venus, forman el cuerpo narrativo de Sátira y Sátiro. Otros parlamentos, de Nicolás Fernández de Moratín, aportan la parte doctrinal.

En Historia de los heterodoxos españoles (Libro Sexto, cap. III), Marcelino Menéndez Pelayo sacó a la luz esa literatura que contrariaba los principios de la religión oficial. Era el año 1880. Poco después Foulché Delbosc  edita Cuentos y poesías más que picantes (1899) y López Barbadillo Cancionero de amor y de risa (1917)

Menéndez Pelayo, pensaba que los fabulistas eran de “muy dudosa moralidad, como todos los moralistas laicos”. La poesía neoclásica – según el erudito- poseía “poco valor estético, pero mucho interés social”. Por otra parte, consideró “la poesía licenciosa” como la “llaga secreta de aquel siglo”. 

Un siglo tuvo que pasar para que aquellos versos vieran la imprenta en colecciones “De amor y de risa”. Luego, tras cuatro décadas de ignorancia, comenzaron a reaparecer en ediciones asequibles. Emilio Palacios Fernández ha realizado las ediciones contemporáneas más razonadas (no olvidemos que aún aparecen copias manuscritas que se deben cotejar).

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Sátira y Sátiro, con Luis Felipe y Carlos Malicia, en la Biblioteca Pública de León. 


 

La Junta de Castilla y León ha estado grabando estos meses las funciones programadas con aforo reducido en Cultura Castilla y León.
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En Mequinenza: tras la entrega de premios en el festival, actuaremos como "fin de fiesta".


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En el Teatro de la Estación de Zaragoza. La comentamos aquí.


 
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Luisfelipe y Jaime Ocaña

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De nuestra actuación en el ciclo Teatro sin Humos. Fotografías de Manuel F. Minaya.


























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Esta semana ensayábamos Sátira y Sátiro en la Fábrica de Chocolate y aprovechamos para grabar partes del melólogo. Emilio Casanova se encargó de darle forma:


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En la revista elpollourbano.es se publica este comentario sobre Sátira y Sátiro. Lo firma Pedro M. Gómez:

Para hartarse de reír: Sátira y Sátiro


Por Pedro M. Gómez

Salí del Teatro Arbolé el pasado día 1 de marzo con una sonrisa de oreja a oreja.

Un menda que iba detrás repetía “Pa jartarse de reír”, y como el pasillo de acceso a la sala es muy largo (y bien aprovechado, porque ponen exposiciones allí) pude escuchar muchas expresiones parecidas, aunque no tan castizas, sobre la venturosa hora de relax que acabábamos de vivir un ciento de espectadores con el Sátira y Sátiro de El Silbo Vulnerado.

Dicen que la obra es un “melólogo”, o sea: un solo actor acompañado de música. El término se remite al siglo XVIII y se usa más en musicales que en teatro. Como la obra tiene textos de ese siglo, y al actor, Luis Felipe Alegre, le acompaña la violonchelista Dolores Miravete, la calificación de “melólogo” es oportuna.

Uno siempre ha creído que del siglo de las luces hay poca literatura que leer, y, encima, rococó (por cierto, estilo tan postizo que no sería de extrañar su regreso en estos tiempo). Cierto que la literatura no brilló,  pero, con todo, es un siglo de gran interés, que empieza con una guerra de narices, y trae el sub-temita de los ilustrados bajo la monarquía borbónica.

Para contextualizar, en la primera escena de Sátira y Sátiro se nos aparece un marqués que nos da la bienvenida a su salón literario y nos recita unos versos del siglo anterior. Los he buscado y hallado en un libro de Teófanes Egido: Sátiras políticas de la España Moderna. Eran estos: 
Toda España está en un tris
y a pique de dar un tras;
ya monta a caballo más
que monta a maravedís.
Todo es flamenco país
y toda cuarteles es;
al derecho o al revés
su paz alterado han
el rebelde catalán
y el tirano portugués.


Ignorase la ocasión
de este mal que aspira a eterno:
si es de España mal gobierno
o es divina permisión.
Creo que ambas cosas son,
pues Dios, por nuestros pecados,
para castigar culpados,
aunque su remedio advierten,
permite que en nada acierten
ni ministros ni letrados.
Nos dice el marqués, abatido, que esas décimas escritas a mediados del XVII vienen a cuento porque aluden a la Cataluña Nord, donde en este momento están batallando las tropas del general Ricardos. Luego lamenta la ausencia de Samaniego, que está en la Corte dando explicaciones al Santo Oficio. Después habla de una cogida del torero Pepe Hillo. En fin, que estamos en un año concreto del siglo: en 1793, cuando el rey francés perdió su cabeza, cuando el conde de Aranda intentaba someter a los franceses en el Rosellón, cuando Samaniego escribía sus versos picantes y anticlericales…
Luego del repaso a los problemas patrios, vino el melólogo.
Los cuentos en verso de Samaniego son, ya hemos dicho, pa jartarse de reír y permiten el lucimiento del actor, con el añadido de una declamación extraordinaria y un manejo escénico sorprendente. La obra se estructura  en cuatro actos, cada uno con un cuento de Samaniego como parte central. Samaniego construía prodigiosamente esos cuentos que, interpretados por Alegre, muestran claramente su armazón clásico: introducción inmediata de los personajes, desarrollo de la acción y diálogos, peripecia final sorprendente.
Alrededor del cuento, cada escena se completa con historias más cortas, normalmente en sonetos; y admoniciones, éstas tomadas del Arte de las putas, de Moratín padre.
Samaniego pidió que, a su muerte, quemaran toda la parte licenciosa de su obra. Pero, advertía Menéndez Pelayo en los Heterodoxos:

 …Habían corrido muchas copias, y la colección existe casi entera, aunque ha de advertirse que la gente de La Guardia y de otras partes de la Rioja alavesa la adiciona tradicionalmente con mil dicharachos poco cultos, que no es verosímil que saliesen nunca de los labios ni de la pluma de Samaniego, el cual era malicioso, pero con la malicia elegante de La Fontaine.

Tardarían más un siglo en publicarse esos poemas en libro, bajo el título de Jardín de Venus. Hoy lo leemos en ediciones de Emilio Palacios Fernández, como la publicada por Siro (que he conseguido en IberLibro.com por 28 euros), aunque ha hecho otras más recientes.

De este melólogo, hay que decir que es sencillo y monumental a la vez. A ello contribuye la música de Bocherini y la escenografía. Y así como de la música solo se puede decir que suena lo que se espera que suene, y suena muy bien, de la escenografía sí que quiero hacer alguna consideración por ser competidora en alabanzas con los textos de Samaniego y con su intérprete.

Sátira y Sátiro cuenta con un fondo que se extiende por encima del actor y por el suelo también. Está compuesto por cientos de hojas de libros cuya textura aparente varía según los cambios de luz. La iluminación con candilejas, o sea desde el suelo del proscenio, utilizada para las partes doctrinales sobre “eroticomanía”, hacen que se vea una especie de cueva, de biblioteca informe, simbolizando, creo yo, el legado pensamental que cobija a la Ilustración. Cuando el actor se enfrenta a los textos narrativos, las luces cenitales crean imágenes tan sugerentes que afianzan la sensación de encontrarnos con una escenografía en relieve que se mece sobre actor y músico.

Creo que la puesta en escena de Sátira y Sátiro le habría gustado a Adolfo Appia. Appia propugnaba que el accionar del actor fuera sincronizado con la música, como ejecutando una imaginaria partitura de movimientos. Enemigo de los decorados planos, ilustrativos y convencionales, construía  escenografías tridimensionales, teniendo presente su máxima: “El principio de todo diseño es la luz”.
En este caso, la escenografía monumental ha sido creada por Karlos Herrero.
Enhorabuena. Conseguir que los versos de Samaniego, Iriarte, Nicolás F. Moratín, o Iglesias de la Casa suban al escenario y nos conquisten tiene un mérito que se debe subrayar.

Pedro M. Gómez
(elpollourbano.es, nº 188) 


Los amigos de la Tertulia Miguel Labordeta hablan de nuestro trabajo. Entresacamos este comentario sobre el estreno en Arbolé:
"(...)Y el mes pasado pudimos degustar la última novedad de la Compañía: Sátira y Sátiro, la poesía “verde” del siglo XVIII, que puso al Teatro Arbolé patas arriba con las risas y aplausos del respetable (...)".
Fotos: José Luis Gamboa / Alberto Moreno






























Hemos salido muy contentos de esta revisión del
espectáculo en el Teatro Arbolé, que ha contado con la implicación de  colaboradores habituales (Karlos Herrero, Manolo Gálvez, Soledad Giménez, José Luis Romeo) y eventuales (Julio, Delia).


Creemos haber dado con un trabajo que debe interesar a muchos y puede gustar a casi todos. ¿O se ha prescrito la sátira y la consecuente risa? Es económico y adaptable. (Hasta aquí llega nuestra capacidad para vender el producto).
















El proceso de Sátira y Sátiro nos lleva a un reestreno este viernes en Arbolé.
El año pasado retomamos Dolos y yo el repertorio del Jardín de Venus y del Cancionero de amor y de risa. Luego con Carmen. Ahora, de nuevo con Dolos. Es maravilloso trabajar un espectáculo con dos versiones a la vez, sobre todo si los partenaires son Carmen o Dolos.
Ante el hecho de las versiones cambiantes, José Luis Romeo ha diseñado el material de difusión con estudiada ambigüedad. Con imagen que destaca el tema, y las mínimas referencias, las imprescindibles: quién lo hace y que género es. Que ambos sean desconocidos no nos importa porque a estas alturas... las cosas cambian y ahora hay información al alcance de la tecla.
La música del melólogo cambia muchísimo de una versión a otra. Bocherinni versus cantos de la tradición oral.
Para el actor, el reto es la asunción  total de la palabra cuando el melos es violonchelo y no otra voz.
Seguimos...


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De nuestra reciente actuación en Salamanca, Isabel Sánchez Fernández escribió en su facebook:

Fantástica la actuación, ayer en la Feria del Libro Antiguo, de El Silbo Vulnerado.
Grandes Luis Felipe Alegre Seró y Carmen Orte. Poesía, música, una preciosa escenografía y un repertorio provocador y divertido, que levantó muchas carcajadas en las 150 personas, que colgaron el cartel de aforo completo, en nuestro espacio municipal de exposiciones en la Plaza Mayor.
Un espectáculo que debería estar en muchas instituciones educativas y culturales y que ayudaría a que la poesía dejara de ser un género extraño y lejano para aquell@s que se consideran incapaces de entenderla y leerla y les permitiría acercarse a ella de una forma lúcida, inteligente y divertida.

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Sátira y Sátiro

Presentamos en este Sátira y Sátiro una selección de poemas narrativos del siglo XVIII español que tienen como tema el juego erótico (por decirlo de forma elegante). El actor invoca a Venus, a Apolo, a las Musas... y recibe la inspiración en forma de narraciones escabrosas escritas en octavas reales,  décimas, liras y sonetos. La recitación de Luis Felipe Alegre, naturalista con toques bufonescos, se acompaña de música en directo a cargo de la cantante Carmen Orte o de la violonchellista Dolos Miravete.




El silbo vulnerado comenzó a representar textos de El Jardín de Venus en 1976, en el café teatro Chal-Chal de Zaragoza. Y en 1982 monta el espectáculo Sátira-Sátiro –sátira erótica en verso, ss. XIV al XVIII-, con dirección de Héctor Grillo, que recorrió teatros y cafés-teatro de todo el país, con temporadas en América. Y participó en el VII Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. 

En Sátira y Sátiro se barajan nuevos textos y teatralidades, limpiándose de conceptos y expresiones poco producentes hoy. 
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En septiembre, se presentó la novedad en la Feria de Teatro de Huesca, dentro de la sección Espacio Aragón. También en la Vía Láctea de Zaragoza se hizo un previo para afinar tiempos y pulsar opiniones. A esa función pertenecen las secuencias que muestra el siguiente vídeo, hecho con sonido de cámara de espectadores y fotos de José Luis Gamboa : 






Sátira y Sátiro 
es un espectáculo realizado por 
El silbo vulnerado
con producción de
El Paragüero S.L.


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