18 de noviembre de 2015

Raros. Libros.


Ángel Lahoz

Haikus de su libro del caos (letr@demolde editorial, 2014)


no pasa nada

entre el cielo y la tierra

el caos manda


*

imprevisible

como la vida misma

casos sublime


*

todas las normas

enfrentadas al caos 

se desmoronan


*


gracias al caos

roza la libertad

el ser humano


*

lo único cierto

es que la incertidumbre

habla en silencio



Ángel Lahoz nos ha enseñado a entender los entresijos de la Literatura a muchos. No solo cuando era profesor del Goya. Ahora sigue ilustrándonos mientras participa en aventuras artísticas con pintores, linotipistas, actores y fotógrafos.

Últimamente, Lahoz se ha decantado por escritura profunda y en corto.

Sus libros son pequeños y tienen diseños delirantes. Véase abismo y cifra (Paragallo editor, 2014) libro del que habló jabola en su blog De ahí tomamos la portada:




Y esta pagina:



El poeta gusta de presentar sus libros en el Teatro de la Estación. Allí se tomó esta fotografía donde vemos a Ángel Guinda acompañando a los autores, Lahoz y Samuel Aznar.


                                                            Guinda, Lahoz y Aznar

Samuel diseñó los dos libros que comentamos y, en el caso de abismo y cifra, contó con la colaboración de los fotógrafos Gonzalo Bullón, Miguel Frago y Pepe Casas.

*

Ramón Meseguer Albiac 







Fue filósofo, psicoanalista y poeta. 
Murió hace tres años.

Nació en Quinto de Ebro (1928); en Frankfurt fue alumno de Adorno; en Barcelona desarrolló su magisterio y escribió sus libros académicos.

En cualquier lugar iba creando otras escrituras que mostraban su pensamiento en diálogos y versos. Son la parte lúdica de su obra; de reunirla se encarga Merche Llop y ya han aparecido tres tomos (de poesía, teatro y relato) en Gara d´Edizions.






Elegía por una sociedad maligna Vozfulguravoz es una búsqueda de "otro poetizar". Previo a los poemas, Meseguer nos ofrece algunas claves del libro, muy útiles para disfrutar de sus neopalabras, neomensajes, eufonías y otros hallazgos.

Aquí su reescritura de "La casada infiel" del Romancero Gitano de Lorca.


La arrastré al río divino
creyéndola inmaculada
pero ya estrenó el anillo

Astrosnocturnos San Juan
a fronteras del obligo
linternas se amortecieron
llamas de insectocrujidos

Los extramuros pasados
palpé sus dúosoníricos
y brotaron de repente
jardines de doble grito

Rigor de su faldellín
crujía típano íntimo
como sutilvelonovia
sajado por cienmil filos

Ramascúpula apagadas
troncos subían altísimos
y un horizonte latiente
destierra animal aullidos

Después de las enramadas
verdetallos y hojafilos
bajo su trenzamelena
le hice un hueco en musgo íntimo

Y yo desceñí mi cuello
y ella desvistió su estilo
Yo el correaje con balas
y ella cuatro sedacintos

Ni jazmín ni valvas rozan
besapiel tan exquisito,
ni astronocturnas vidrieras
lanzan tanto fulgorgrito.

Vientrecolumnas me huían
con susto marinquilinos
mitad pura llamarada
mitad cuerpos ateridos

Cabalgué nocturna excelsa
ruta para un dios único
montando yegua y marfil
sin ataduras ni arrimos

Por varón guardo en silencio
sus susurros en mi oído,
mi inteligenciafulgor
me hace prudentexquisito

Engastada en beso y polvo
a vuelta río divino,
tallos sable entretejían
contra el viento un desafío

Y no quise fascinarme
porque ligada a un anillo
juró estar inmaculada
en ruta a orilla Divino

*

En el libro hay un marcapáginas con mensaje del autor:

Ahí va el primer libro de poemas. Consejo: No intentes ENTENDER. Lee en VOZ ALTA y abandónate a la imagen y el sonido.
Abrazos

Ramón

*

Hipólito García Fernández, Bolo

Cuando se lee El charro roto de Jorge Negrete (Los libros de Ouka Leele, Huerga y Fierro, 2015) uno se acuerda de Heidegger: "Todo diálogo pensante con el Poema reside en la reciprocidad entre clarificación y dilucidación".

En versos gnómicos, nos ofrece una suite de sugerencias.




*

Ha transcurrido tan poco tiempo,

que ni me acuerdo.

*

Hasta el último suspiro, todo es prescindible.

*

No te entiendo casi todo.

*

Todo, nada incompleta.

*

Los cuatro puntos cardinales, son tres: norte y tú.

*

En esta foto, Bolo y Leopoldo Mª Panero. La colgó en face Guillermina Royo-Villanova en junio de 2012.



Bolo vive en Lavapiés. Muy conocido en el mundillo musical, parece un filósofo de barrio, de preocupaciones comunes, con aula en la acera y en la barra. Este año ha recorrido España con su libro, que cuenta con sendas introducciones de Enrique Bunbury y Raquel Lanseros. También estuvo en Zaragoza.




Yusta, Alegre, Calvo, Bolo en La pantera rossa


*

Sergio Abaldi





Cómo podría tener el tupé de creerme escritor en esta época de apuradas definiciones en la que cualquiera, a cualquiera premia, inundándolo todo con rótulos importantes...Dejo el trámite de esa distinción al tiempo. Yo, o el que dentro mío está, sólo escribe porque considera su mejor manera de ausentarse del mundo habitado.
El eterno grito de la existencia 
- Sentencias Viscerales III - Escrito N° 495 - 



La rareza del argentino Sergio Abaldi no está solo en su escritura ajena a la normativa de los géneros tradicionales. Hace libros de formato grande porque la fotografía comparte sus paginas y Abaldi ama la fotografía y le busca el mejor acomodo. En cualquier caso, hablamos de un poeta con alma de juglar.




A veces sus razonamientos y sentencias salen del libro y suben al escenario junto a las fotografías.




Diálogo con alguien que nunca estuvo

Debo confesar que inmediatamente después de invitarte, había yo descartado toda posibilidad de que fueras a presentarte a la cita. Pero mis inventos son sumamente emprendedores y fue precisamente mi invento de vos el que se las arregló, para que de todas formas, estuviera esperándote en el lugar convenido.
Habrá sido que presente me hice porque ya casi ni siquiera me importaba tu ausencia y sí en cambio tu presencia en mi invento de vos…
Habrá sido porque en mis inventos viven fieles la traición y la lealtad… habrá sido porque allí ellas se traducen tan transparentes que fracturan todo engaño…
O simplemente habrá sido porque en mis inventos las sombras inexorablemente asisten para conversar conmigo…
Y a lo mejor, también por todo eso, habrá sido que después del café compartido con mi invento de vos, sucedió aquello que a menudo suele sucederme, comencé a querer a mi invento de vos, mucho, pero mucho más que a vos.
Será que deba comprender que cada vez necesito menos cosas, que ese idilio con la soledad fue mi único y genuino romance.
Así que, si por un acaso decidieras revertir tu decisión, por favor te ruego desconsiderarlo, pues de venir, sólo harías que mi invento de vos, encalle en el mismo olvido, en el que de alguna manera y sin el más mínimo reproche, yo, hube de ubicarte a vos.



El eterno grito de la existencia
- Sentencias Viscerales III - Escrito N° 543