En 1988 actuamos en el Instituto (el viejo) de Monreal del Campo por primera vez.
Este collage corresponde a las actividades que desarrollamos ese día, 22 de mayo.
Se aprecia la exposición de poesía visual que colgamos en los pasillos.
Se vislumbran unos títeres, en manos de Soledad Jiménez y de Karlos Herrero, del lorquiano Retablillo de Don Cristóbal.
Se ve a Carmen Orte, guitarra en mano, y a Luis Felipe, que recitaba los poemas.
Las fotografías fueron hechas por Pilar Trillo.
Otros años hemos vuelto y rara habrá sido la promoción de bachilleres con la que no nos hallamos encontrado.
Y ayer estuvimos en la Casa de Cultura de Monreal, que es también Museo del Azafrán y Biblioteca.
Nos había llamado la AMPA del IES Salvador Victoria de Monreal.
Dos profesores, Miguel Ángel y Sergio, nos avalaban para actuar en la Semana Cultural.
Se hizo una selección de números poéticos sacados del repertorio de Luis Felipe, de su bululú, el comediante solitario.
Arcipreste de Hita, romances, Cervantes, Quevedo, Samaniego, Gil de Biedma, J.A. Goytisolo, Ángel González...
Alumnos de 4º ESO y 2º Bachillerato.
Hum! El número de profes y alumnos casi se igualaba. ¡Hum!
(De siempre se ha dicho: "Semana cultural, escaqueo general").
Títeres, un romance de ciego, utilería variopinta, recitación colectiva y declamación clásica fueron las armas del bululú.
Oreja y vuelta al ruedo, tras larga faena para convencer al respetable de que no todo lo que pasa en un escenario es de broma. (Y -digámoslo también- tras un inseguro comienzo del ejecutante, que sólo comenzó a bordar la faena cuando hizo un relato del Calila e Dimna: un antecedente de "La lechera" que ejecutó a continuación.)
Los aficionados de primera fila insuflaron al actor la energía necesaria para trascender a todos los confines del salón.
Acabada la función, Luis Felipe declaró para este blog: "Nunca perseguí la gloria".
Rogelio Ayala hizo las fotografías.
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