Tras el ensayo general de ayer, estrenamos hoy...
27 de febrero de 2016
18 de febrero de 2016
10 de febrero de 2016
'Desde Azul' en las tierras de Jaimes Freire
![]() |
Ricardo Jaimes Freire |
Buenos Aires, pasando por Tucumán y
Potosí. Cuatro ciudades fundamentales
en la biografía de Ricardo Jaimes Freire.
El Teatro de Cámara de La Paz, de unos ciento y poco espectadores, es el espacio experimental del Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez,cuya sala principal tiene cuatro pisos. Desde Azul en el de Cámara tuvo la cercanía al público que requiere un trabajo íntimo (a más de diez metros algunos números no se aprecian bien) en el que dos actores-recitadores (Carina Resnyski y yo) permanecen en escena toda la obra.
Compartíamos cartelera con Luzmila Carpio, leyenda del folclore boliviano, que puso el "no hay entradas" cada día en la taquilla de la sala grande. Oírla cantar imitando a los pájaros, o alternando castellano y quechua es una experiencia vivificante.
Aquí ambos espacios del teatro:
Luisfelipe. Teatro de Cámara

Carina. Teatro Saavedra
En anteriores viajes a La Paz (con Carmen Orte, en1989,
y, con Germán Díez, en 1992), Jaimes
Freire había sido motivo de conversación con
Alcira Cardona y Julio de la Vega.
Ellos nos dieron sus coordenadas de la poesía
boliviana, resaltando a Jaimes Freire,
el autor de Castalia bárbara. Alcira y Julio
habían formado parte del grupo Gesta
Bárbara, en los Cuarenta.
Freire había sido motivo de conversación con
Alcira Cardona y Julio de la Vega.
Ellos nos dieron sus coordenadas de la poesía
boliviana, resaltando a Jaimes Freire,
el autor de Castalia bárbara. Alcira y Julio
habían formado parte del grupo Gesta
Bárbara, en los Cuarenta.
Tras el estreno en Tapiales, hicimos retoques al repertorio incorporando poemas a algunas escenas y creando escenas para otros poemas:
Tras la introducción con "Los cisnes", Antonio Machado era buen ejemplo de cómo un admirador se distancia respetuosamente de las prédicas del maestro.
Mediado el recital contrastamos "Artefactos" de Nicanor Parra y "Refranívocos" de Mario Benedetti.
Hacia el final, Jaime Nissttahuz ilustraba cierta posmodernidad con "Fe de erratas".
"El pájaro revolucionario" del tarijeño Oscar Alfaro (otro gestabarbarista) tuvo versión titiritesca. Pensábamos que el poema sería harto conocido por el público y por eso quisimos añadir algún complemento visual, minimalista. Así, el granjero estaba representado por una mano gigante, los gatos por guantes de boxeo y el pájaro por un huevo. La entonación evocaba a Jorge Cafrune, gran recitador, que popularizo el poema en los Setenta.
En su tiempo fue célebre este soneto de Jaimes:
PEREGRINA PALOMA IMAGINARIA
que enardeces los últimos amores;
alma de luz, de música y de flores
peregrina paloma imaginaria.
Vuela sobre la roca solitaria
que baña el mar glacial de los dolores;
haya, a tu peso, un haz de resplandores,
sobre la adusta roca solitaria...
Vuela sobre la roca solitaria
peregrina paloma, ala de nieve
como divina hostia, ala tan leve...
Como un copo de nieve; ala divina,
copo de nieve, lirio, hostia, neblina,
peregrina paloma imaginaria...
*
Borges, quien nunca ocultó influencias de Jaimes
en Fervor de Buenos Aires, solía recitarlo de memoria.
De Humberto Quino recitamos este poema, que fue muy aplaudido por la bohemia y el público académico:
Rapsodia para aves nocturnas
Puerta de Ave-soul
Abre tu ser y despierta
Llévame al otro lado de estos muros
Donde uno nace y acaba
Donde uno está colgado del hilo de la razón
Entre máscaras y coronas
Ebrio y desamparado / Cual papel escrito y arrugado
Puerta de Ave-soul
Vida para morir
Qué voy a hacer con este animal cansado
Que se niega a la sumisión
Que se niega a estar solo
Que anda / bebe olvida
Desnudo como está
Muerto como está
Tan semejante a ti y a mí
*
Quino era uno de los animadores del mítico Ave Sol, donde los escritores paceños se reunían en tertulia/espectáculo semanal bajo la égida de Fernando Lozada.
Los desaparecidos poetas bolivianos Jesús Urzagasti y
Roberto Echazú hablaban más de Jaime Sáenz
que de Freire. Quino y Lozada... no sé... pero
alguno de estos me envenenó con
las teorías de versificación escritas a primeros del XX
por el colega de Darío en Buenos Aires.
Para futuras actuaciones tenemos previsto incorporar los tercetos encadenados de "Comienzo invocando a Walt Whitman" de Neruda. También el "Acerca de la poesía" de Gelman.
En Desde Azul se intenta que disfrutemos todos: el público de la variedad de formas, acentos y temas; los recitadores, de la variedad de metros y estrofas, entonaciones y ritmos. El poema "Acerca de la poesía" es de los más conocidos de Gelman y en él sustituye los puntos y comas por la barra oblicua, signo más para declamación que para lectura, ya que los versos no se suceden en la misma línea, lo que agradece el recitador pues le facilita la escanción.
ACERCA DE LA POESÍA
habría un par de cosas que decir/
que nadie la lee mucho/
que esos nadie son pocos/
que todo el mundo está con el asunto de la crisis mundial/ y
Es una pena que no haya documento sonoro
de Jaimes recitando. Él estrenó la
"Marcha Triunfal" de Rubén, en el porteño Club del
Progreso, hacia 1894, cuando fundaban la
Revista de América.
Bien podría increparnos Humberto Quino porque no atendemos más que a poetas muy célebres. En este caso sí, pero pensemos cuán relativa es la celebridad... Los ya aficionados a la poesía encontrarán en Desde Azul poemas conocidos. Si hacemos caso a Gelman (esos nadie son pocos), esa afición poética habrá de ser una minúscula parte del público (no pasa nada, pues, si uno de cada 10 oyentes conoce "Romero solo" de León Felipe) Porque el espectáculo es un ejercicio de iniciación compartida.
Hay tres momentos en que hablo al público. En uno de ellos, el último día me dio por trazar el eje de la poesía mexicana del XX tras 1916, hablando del estridentismo, de los contemporáneos y del grupo Taller, para dejar el toro a los pies de Carina y que rematara la faena con Homero Aridjis. Fueron unos 7 minutos entre comentario y poema, ejemplificaban rupturas y creación de corrientes. Si aciertas a contarla, al público le agrada la historia de la poesía.
Se decía que Jaimes era un declamador brillante.
Por ello tiene un interés especial para el recitador
el estudio de sus Leyes de la versificación castellana.
Ello no implicará desprecio a los filólogos posteriores,
ni podrá sustituir a los manuales de Tomás
Navarro Tomás. Pero ello nos hablará de las desazones
poéticas de la época, de rupturas y búsquedas.
Jaimes quería, ¡nada menos!, fijar unas normas
de versificación válidas para la poesía futura, incluida
la escrita en verso libre.
Si recurrimos a poetas célebres es porque en algún momento se han mojado en aguas de corrientes nuevas. No obstante, ¿es muy conocido en Argentina Aridjis? ¿Sabe alguien de Loynaz en Perú? O bien: ¿son moneda de cambio poético Lluis Urpinell, Nicomedes Santa Cruz o Chicho Sánchez Ferlosio, por ejemplo? Los nombres que conoce más gente, digamos superior a 'la media', son pocos: Vallejo, Parra, Machado, Borges, Guillén, autores que no estarían en la obra si no hubiéramos encontrado el poema que nos convenía. Porque lo que se cuenta es una sucesión temporal de novedades y el poema no está tanto por su autor como por su ejemplo.
Reivindica el acento como generador del ritmo.
Niega la medida por pies métricos, pues no
diferenciamos entre sílabas largas y breves,
desacredita las cláusulas rítmicas defendidas
por Andrés Bello... y se centra en el estudio de los
periodos prosódicos simples y compuestos, en las
pausas, en los acentos secundarios...
Nuestros espectadores vinieron de uno en uno y de dos en dos, pero también recibimos grupos de amigos y colegas, como el encabezado por Elizabeth Fiorilo con sus alumnos de declamación en la Academia Duchén de Córdova.
Un grupo de jóvenes poetas se acercó para pedir un encuentro, que se produjo esa misma noche en una cafetería; durante dos horas largas hablamos de todo y, como veía interés, les improvisé una charla sobre los bares de la poesía zaragozana y recite algún poema.
Otro grupo -no por esperado menos emotivo- vino del departamento de Artes Escénicas de la Universidad Mayor San Andrés, con su director Willy Pérez a la cabeza. Acabadas las funciones devolvimos la visita y pasamos la mañana hablando de asuntos teatrales en su local universitario.
Claudia Andrade y Fernando Lozada fueron colaboradores necesarios para esta celebración dariana en La Paz. Un colega, Sergio Ríos Hennings, fue testigo de cómo improviso los comentarios, pues presenció las tres funciones y pudo comprobarlo. Lo digo porque cuando Dorkas Ross habló de grabar los comentarios, Sergio acertó a explicar que, además de improvisar, hay un componente comunicacional que difícilmente penetra en la cámara. No obstante, le agradecí a Dorkas -que además hizo las fotos de la función, que aquí vemos- su fe en mis dotes.
También fue una alegría el reencuentro con Maritza Wilde: una tarde en Le Palais Rose. Claudia, que estaba produciendo las funciones de Luzmila Carpio, encontró un rato para unirse a nuestro repaso del teatro en los últimos años. Maritza nos avanzó la programación de este año en el FITAZ, el festival bianual de teatro de La Paz.
Gracias a todos los aquí nombrados, a Fermín y demás personal técnico del teatro, ...
Carina, Luisfelipe, Maritza y Sergio Ríos
Otro material curioso de Jaimes es
La lectura correcta y expresiva: pronunciación,
silabeo, acentuación, entonación e inflexiones de la voz, pausas, respiración,
lectura de versos, consejos a los maestros, publicado en 1908.
Espero que otro día...
Luisfelipe Alegre
3 de febrero de 2016
Calle Antonio González Beltrán
El pasado sábado, el Passatge entre la Plaça de l'Espart y San Isidro, aledaño al Gran Teatro de Elche, tiene un nombre nuevo: 'Antonio González Beltrán'.
Hijo del exilio, Antonio González (Sidi Bel Abbes, Argelia, 1940) fue filólogo y hombre de teatro. Fundó en 1964 una de las compañías, a día de hoy, decanas del teatro español: La Carátula.
A su trayectoria artística habría que añadir, entre otros muchos emprendimientos, algunos libros esenciales como: 30 años de teatro desde Elche (ed. Ayuntamiento de Elche), la edición crítica de Malditas sean Coronada y sus hijas y Delirio de amor hostil, de Francisco Nieva (ed. Cátedra), o Cuentos y leyendas de Marruecos (ed. Siruela).
A su trayectoria artística habría que añadir, entre otros muchos emprendimientos, algunos libros esenciales como: 30 años de teatro desde Elche (ed. Ayuntamiento de Elche), la edición crítica de Malditas sean Coronada y sus hijas y Delirio de amor hostil, de Francisco Nieva (ed. Cátedra), o Cuentos y leyendas de Marruecos (ed. Siruela).
Creador teatral (actor, director...); organizador de espacios y eventos (aulas de teatro universitario; festivales, congresos...) y teórico (crítico, editor, traductor...). Fue uno de los pilares sobre los que se instaló en España el viejo/nuevo género escénico conocido como 'Oralidad'.
Nuestra relación con Antonio y su Grupo fue tardía (malentendidos? sobrentendidos? celos?). Cuando creamos hace 15 años el Festival de Oralidad de Huesca, quisimos traer a otros directores de festivales similares para aprender de sus experiencias. Invitamos a Blanca y Estrella, creadoras del festival más multitudinario y conocido en España, el de Gualajara; a Teresa, de Jaca, que organizaba el festival con dirección de La Carátula; y ¡qué miedo! invitamos a Antonio también. Como es natural entre bebedores ("Para que nos conozcamos: Bebamos!" dice el brindis) se inició con él una relación dinámica que siguió con los sucesivos directores del festival oscense: Oswaldo Pai y Grassa Toro.
Así que en estos años compartimos idas y venidas de algunos de los grandes artistas del género: Ana Padovani, Jean Michel Hernández... De su entorno ilicitano conocimos algunos imprescindibles como su hermano y productor en general, Nazario González, o Cristina Maciá, directora de Maracaibo Teatro.
Con todo, le debemos el haber conocido a uno de los mitos de la escena americana, la uruguaya Dahd Sfeir 'Ducho'. En uno de los festivales caratuleros itinerantes (Alicante, Elche, Castellón, Burgos), con sus largas noches de ron, Ducho me habló de su iniciación al teatro en verso con Margarita Xirgú y del estudio de la técnica declamatoria con Pepe Estruch. Aparte de algún episodio inenarrable respecto a Pablo Neruda, recuerdo apreciaciones suyas respecto a Benedetti, Alfredo Zitarrosa, Idea Vilariño, Julio César Castro 'Juceca' y José Bergamín, entre otros autores de los que fue intérprete.
Varias noches vimos amanecer en el vestíbulo de aquellos hoteles donde, tradicionalmente, Antonio era el último en ir a dormir. Al retirarse, nos despedía con una solemne bendición.
Hace cuatro años, Antonio parecía que quería ir cerrando capítulos inacabados, asignaturas pendientes. Recopilar la poesía de su madre, Isabel Beltrán, era uno de los proyectos que emprendería a su regreso a Venezuela, una de sus patrias. Otro, editar en España una antología de Teresita Fernández. Mientras tanto, traducía E=mc2 mon amour, de Patrick Cauvin.
Para la edición de Poema y Canción de Teresita Fernández contó con colaboración maña. Se hizo en libro cartonero (Cartonerita Niña Bonita, Remolinos, 2012) con sendos escritos de Antonio y de la compositora cubana Marta Valdés.
Esos días, Antonio estrenaba su último montaje con La Carátula, Harraga de Antonio Lozano, con técnicas del 'halka' magrebí. Antes de su estreno declaraba:
Yo siempre he pensado que el teatro tiene que pensar en nosotros, pensar en el hoy... y, ahora, por ejemplo, no paro de escuchar noticias de pateras que siguen llegando a pesar de la situación que tenemos aquí y allá. Es decir, hay una preocupación social y humanitaria, pero también poética y sobre todo teatral. Yo he quiero juntar todo eso en "Harraga", porque para mí el teatro, como el arte en general, debe de tener un compromiso y, a parte de que uno pueda sacar sus propias integridades, debe de estar preocupado por el entorno donde esta viviendo.
Valgan estos brochazos de la memoria para significar nuestra alegría por esa calle de Elche renombrada así:
Luisfelipe Alegre
fotos tomadas de: Festival Internacional de Oralidad-La Carátula13 de enero de 2016
Íntimo sin complejos: 'Desde Azul'



Víctor Hugo dice: L'art c'est l'azur; pero yo no me conformo ni me resigno con que tal dicho sea muy profundo y hermoso. Para mí, tanto vale decir que el arte es lo azul, como decir que es lo verde, lo amarillo o lo rojo. ¿Por qué, en este caso, lo azul ( aunque en francés no sea bleu, sino azur, que es más poético) ha de ser cifra, símbolo y superior predicamento que abarque lo ideal, lo etéreo, lo infinito, la serenidad del cielo sin nubes, la luz difusa, la amplitud vaga y sin límites, donde nacen, viven, brillan y se mueven los astros? Pero aunque todo esto y más surja del fondo de nuestro ser y aparezca a los ojos del espíritu, evocado por la palabra azul, ¿qué novedad hay en decir que el arte es todo esto? Lo mismo es decir que el arte es imitación de la Naturaleza, como lo definió Aristóteles: la percepción de todo lo existente y de todo lo posible, y de su reaparición o representación por el hombre en signos, letras, sonidos, colores o líneas. En suma: yo, por más vueltas que le doy, no veo en eso de que el arte es lo azul sino una frase enfática y vacía.
Sea, no obstante, el arte azul, o del color que se quiera. Como sea bueno, el color es lo que menos importa. Lo que a mí me dio mala espina fue la frase de Víctor Hugo, y el que usted hubiese dado por título a su libro la palabra fundamental de la frase. ¿Si será éste, me dije, uno de tantos y tantos como por todas partes, y sobre todo en Portugal y en la América española, han sido inficionados por Víctor Hugo? La manía de imitarle ha hecho verdaderos estragos, porque la atrevida juventud exagera sus defectos, y porque eso que se llama genio, y que hace que los defectos se perdonen y tal vez se aplaudan, no se imita cuando no se tiene. En resolución, yo sospeché que era usted un Víctor Huguito y estuve más de una semana sin leer el libro de usted.
No bien le he leído, he formado muy diferente concepto. Usted es usted con gran fondo de originalidad y de originalidad muy extraña. Si el libro, impreso en Valparaíso este año de 1888, no estuviese en muy buen castellano, lo mismo podría ser de un autor francés, que de un italiano, que de un turco o de un griego. El libro está impregnado de espíritu cosmopolita. Hasta el nombre y apellido del autor, verdaderos o contrahechos y fingidos, hacen que el cosmopolitismo resalte más. Rubén es judaico, y persa es Darío; de suerte que por los nombres no parece sino que usted quiere ser o es de todos los países, castas y tribus.
También me permití extenderme en la importancia que tuvo Rubén en algunos autores del repertorio que presentamos: Baldomero Fernández Moreno, Oliverio Girondo y César Vallejo, entre ellos.
Y hablar de alguna curiosidad métrica, al hilo de los rumbos modernistas: las cuartetas asonantadas de "Eternidad" de Dulce María Loynaz están en heptasílabos; los serventesios de 'Setenta balcones y ninguna flor', de Baldomero, están en dodecasílabos...
O de cómo Loynaz, cubana como José Martí y Julián del Casal, avanzados del modernismo... se rebela solfeando los símbolos rubendarianos:
Amor es
Amar la gracia delicada
del cisne azul y de la rosa rosa;
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan...
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas
dulces..., amar lo amable, no es amor (...)
En Desde Azul alternamos poemas para recitación clásica con otros recreados visualmente o interpretados con más teatralidad. Dos cisnes sobre el azul contemplan el desfile de poéticas nuevas.
Aquí, algunas fotografías de la función que compartí con Carina Resnyski el pasado sábado. En el Teatro Marcó Moreira de Tapiales:
'Los cisnes', de Rubén Darío |
'Romero solo', de León Felipe |
![]() |
'Eternidad', de Dulce María Loynaz |
'Setenta balcones y ninguna flor', de Baldomero Fernández Moreno |
![]() |
'Son número seis', de Nicolás Guillén |
'América Latina', de Nicomedes Santa Cruz |
'Para las seis cuerdas', de Jorge Luis Borges |
'Espantapájaros', de Oliverio Girondo |
'Canción adúltera', de Chicho Sánchez Ferlosio |
![]() |
'Noche y día', de Lluis Urpinell |
29 de diciembre de 2015
'Desde Azul'
Hace un rato pasaba con el 92 por la calle Aranguren (Juan Felipe Aranguren) y, más en Caballito que en Flores, he visto un kiosco con nombre: "Azul". Así, con comillas. Cierto que el uso de las comillas aquí en Argentina es un lío, pero yo he querido ver un indicio positivo: el dueño del establecimiento es un apasionado de Rubén Darío y le rinde homenaje.
He bajado en el Cid Campeador (hay que decirlo así, porque si no pones el "Campeador" no se entiende), o sea en el centro geográfico de Buenos Aires. A dos cuadras vive Martín Ortiz, con el que he hablado del particular. No ha hecho mella en mí su comentario de que Azul es también una ciudad de la provincia. Me da igual. No conozco Azul. Una casualidad.
Rumiando la noticia toponímica, vuelvo a Tapiales, a casa.
Señores, yo no sé qué diría el señor Darío del calor que hace hoy en su amada Buenos Aires. Ni el gato quiere salir al jardín.
Y, bien, a trabajar con el ventilador en la retaguardia. Cuelgo en face el aviso de nuestro próximo estreno: Desde 'Azul', que ya no sé cómo ponerlo, porque todo título de obra debe ir en cursiva, pero este título lleva implícito otro título, el del libro Azul que, al estar en una frase en cursiva debería ir en letra redonda. Meditaba en ello, cuando veo que Raúl Terán me escribe desde Bahía Blanca anunciando su presencia en el estreno, ya que su ciudad está cerca de Azul. Ñai! Habrá que pensar algo y no tengo a mano el manual de redacción de Jesucristo Riquelme, que es el que consulto cuando se enreda la cosa.

Y llega a casa mi anfitrión Sergio Abaldi, que me trae café de la casa Martínez molido a la vista. Mientras lo huelo, Abaldi me cuenta que cuando maquetaba el cartelito de marras -porque lo hizo él- se acordaba de la ciudad: "preciosa y con un peso cultural importante, con una vinculación muy especial con El Quijote".
Eso de El Quijote me sonaba, sí... pero lo cierto es que nunca estuve allí.
Me entra curiosidad y consulto un diccionario de Historia de Argentina... Ya está... no hay duda, señores: Azul fue declarada Ciudad en 1895, año en que Rubén trabajaba en Buenos Aires y Azul era la biblia literaria del momento. Que el río que pasa por esa tierra se llamara Azul no es significativo porque en aquel entonces todos los ríos aún eran azules. Los aborígenes pampas lo llamarían 'Callvú Leovú', como a cualquier otro río: "Mira, otro Callvú Leovú a lo lejos" dirían -sostengo yo.
Más bien sucedió que las autoridades, conscientes de la trascendencia mundial del libro de Darío, decidieron que una población tipo 'pueblo grande' y un libro inmenso debían armonizarse y por eso engrandecieron Azul y la hicieron ciudad. El poeta no asistiría a la declaración del pueblo Azul en Azul ciudad, porque acababa de perder el cargo de cónsul y andaría por Buenos Aires buscando ansiosamente un choripán.
Hete aquí que hablando y hablando se pasa el rato y ya no tengo tiempo para comentar el próximo estreno del trabajo que estoy haciendo con Carina Resnisky. Es sobre la poesía posterior a Rubén Darío... el verso libre, lo conversacional, el surrealismo, la antipoesía... en fin, ya saben, las cosas de El Silbo. La obra parte de un telón azul por donde aparecen dos cisnes.
VOZ.- Rubén murió en 1916, hace 100 años, huevón!
RAPSODA.- Es mucho 100 años?
VOZ.- En literatura sí. En el siglo XX mira cuántas cosas pasaron después de Rubén, carajo!
VOCES.- Tuércele el cuello al cisne... Tuércelo... no siente... Mira al buho... tuércele el cuello al cisne, boludo...
Como dentro de unos días aparecerá el anuncio de la siguiente función, en Salta el 14 de enero, ya seguiremos hablando de la obra.
He bajado en el Cid Campeador (hay que decirlo así, porque si no pones el "Campeador" no se entiende), o sea en el centro geográfico de Buenos Aires. A dos cuadras vive Martín Ortiz, con el que he hablado del particular. No ha hecho mella en mí su comentario de que Azul es también una ciudad de la provincia. Me da igual. No conozco Azul. Una casualidad.
Rumiando la noticia toponímica, vuelvo a Tapiales, a casa.
Señores, yo no sé qué diría el señor Darío del calor que hace hoy en su amada Buenos Aires. Ni el gato quiere salir al jardín.
Y, bien, a trabajar con el ventilador en la retaguardia. Cuelgo en face el aviso de nuestro próximo estreno: Desde 'Azul', que ya no sé cómo ponerlo, porque todo título de obra debe ir en cursiva, pero este título lleva implícito otro título, el del libro Azul que, al estar en una frase en cursiva debería ir en letra redonda. Meditaba en ello, cuando veo que Raúl Terán me escribe desde Bahía Blanca anunciando su presencia en el estreno, ya que su ciudad está cerca de Azul. Ñai! Habrá que pensar algo y no tengo a mano el manual de redacción de Jesucristo Riquelme, que es el que consulto cuando se enreda la cosa.

Y llega a casa mi anfitrión Sergio Abaldi, que me trae café de la casa Martínez molido a la vista. Mientras lo huelo, Abaldi me cuenta que cuando maquetaba el cartelito de marras -porque lo hizo él- se acordaba de la ciudad: "preciosa y con un peso cultural importante, con una vinculación muy especial con El Quijote".
Eso de El Quijote me sonaba, sí... pero lo cierto es que nunca estuve allí.
Me entra curiosidad y consulto un diccionario de Historia de Argentina... Ya está... no hay duda, señores: Azul fue declarada Ciudad en 1895, año en que Rubén trabajaba en Buenos Aires y Azul era la biblia literaria del momento. Que el río que pasa por esa tierra se llamara Azul no es significativo porque en aquel entonces todos los ríos aún eran azules. Los aborígenes pampas lo llamarían 'Callvú Leovú', como a cualquier otro río: "Mira, otro Callvú Leovú a lo lejos" dirían -sostengo yo.
Más bien sucedió que las autoridades, conscientes de la trascendencia mundial del libro de Darío, decidieron que una población tipo 'pueblo grande' y un libro inmenso debían armonizarse y por eso engrandecieron Azul y la hicieron ciudad. El poeta no asistiría a la declaración del pueblo Azul en Azul ciudad, porque acababa de perder el cargo de cónsul y andaría por Buenos Aires buscando ansiosamente un choripán.
Hete aquí que hablando y hablando se pasa el rato y ya no tengo tiempo para comentar el próximo estreno del trabajo que estoy haciendo con Carina Resnisky. Es sobre la poesía posterior a Rubén Darío... el verso libre, lo conversacional, el surrealismo, la antipoesía... en fin, ya saben, las cosas de El Silbo. La obra parte de un telón azul por donde aparecen dos cisnes.
VOZ.- Rubén murió en 1916, hace 100 años, huevón!
RAPSODA.- Es mucho 100 años?
VOZ.- En literatura sí. En el siglo XX mira cuántas cosas pasaron después de Rubén, carajo!
VOCES.- Tuércele el cuello al cisne... Tuércelo... no siente... Mira al buho... tuércele el cuello al cisne, boludo...
Tuércele el cuello al cisne...
Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje
que da su nota blanca al azul de la fuente;
él pasea su gracia no más, pero no siente
él alma de las cosas ni la voz del paisaje.
Huye de toda forma y de todo lenguaje
que no vayan acordes con el ritmo latente
de la vida profunda... y adora intensamente
la vida, y que la vida comprenda tu homenaje.
Mira al sapiente búho cómo tiende las alas
desde el Olimpo, deja el regazo de Palas
y posa en aquel árbol el vuelo taciturno...
Él no tiene la gracia del cisne, mas su inquieta
pupila, que se clava en la sombra, interpreta
el misterioso libro del silencio nocturno.
Enrique González Martínez
(Los senderos ocultos, 1911)
Como dentro de unos días aparecerá el anuncio de la siguiente función, en Salta el 14 de enero, ya seguiremos hablando de la obra.
Luisfelipe
26 de diciembre de 2015
Historia de la Tortilla Española. Próximo estreno
Aún sin atrevernos a confirmar fecha exacta, este montaje que titulamos Historia de la Tortilla Española se verá en el Teatro Astrolabio de Buenos Aires el próximo mes de febrero. A finales.
Teatro Periplo y El Silbo Vulnerado se han aventurado en esta pieza con un género híbrido, la comedia didáctica.
Teatro Periplo y El Silbo Vulnerado se han aventurado en esta pieza con un género híbrido, la comedia didáctica.
18 de noviembre de 2015
Raros. Libros.
Ángel Lahoz
Haikus de su libro del caos (letr@demolde editorial, 2014)
no pasa nada
entre el cielo y la tierra
el caos manda
*
imprevisible
como la vida misma
casos sublime
*
todas las normas
enfrentadas al caos
se desmoronan
*
gracias al caos
roza la libertad
el ser humano
*
lo único cierto
es que la incertidumbre
habla en silencio
Ángel Lahoz nos ha enseñado a entender los entresijos de la Literatura a muchos. No solo cuando era profesor del Goya. Ahora sigue ilustrándonos mientras participa en aventuras artísticas con pintores, linotipistas, actores y fotógrafos.
Últimamente, Lahoz se ha decantado por escritura profunda y en corto.
Sus libros son pequeños y tienen diseños delirantes. Véase abismo y cifra (Paragallo editor, 2014) libro del que habló jabola en su blog De ahí tomamos la portada:
El poeta gusta de presentar sus libros en el Teatro de la Estación. Allí se tomó esta fotografía donde vemos a Ángel Guinda acompañando a los autores, Lahoz y Samuel Aznar.
Guinda, Lahoz y Aznar
Samuel diseñó los dos libros que comentamos y, en el caso de abismo y cifra, contó con la colaboración de los fotógrafos Gonzalo Bullón, Miguel Frago y Pepe Casas.
*
Ramón Meseguer Albiac
Fue filósofo, psicoanalista y poeta. Murió hace tres años.
Nació en Quinto de Ebro (1928); en Frankfurt fue alumno de Adorno; en Barcelona desarrolló su magisterio y escribió sus libros académicos.
En cualquier lugar iba creando otras escrituras que mostraban su pensamiento en diálogos y versos. Son la parte lúdica de su obra; de reunirla se encarga Merche Llop y ya han aparecido tres tomos (de poesía, teatro y relato) en Gara d´Edizions.
Elegía por una sociedad maligna Vozfulguravoz es una búsqueda de "otro poetizar". Previo a los poemas, Meseguer nos ofrece algunas claves del libro, muy útiles para disfrutar de sus neopalabras, neomensajes, eufonías y otros hallazgos.
Aquí su reescritura de "La casada infiel" del Romancero Gitano de Lorca.
La arrastré al río divino
creyéndola inmaculada
pero ya estrenó el anillo
Astrosnocturnos San Juan
a fronteras del obligo
linternas se amortecieron
llamas de insectocrujidos
Los extramuros pasados
palpé sus dúosoníricos
y brotaron de repente
jardines de doble grito
Rigor de su faldellín
crujía típano íntimo
como sutilvelonovia
sajado por cienmil filos
Ramascúpula apagadas
troncos subían altísimos
y un horizonte latiente
destierra animal aullidos
Después de las enramadas
verdetallos y hojafilos
bajo su trenzamelena
le hice un hueco en musgo íntimo
Y yo desceñí mi cuello
y ella desvistió su estilo
Yo el correaje con balas
y ella cuatro sedacintos
Ni jazmín ni valvas rozan
besapiel tan exquisito,
ni astronocturnas vidrieras
lanzan tanto fulgorgrito.
Vientrecolumnas me huían
con susto marinquilinos
mitad pura llamarada
mitad cuerpos ateridos
Cabalgué nocturna excelsa
ruta para un dios único
montando yegua y marfil
sin ataduras ni arrimos
Por varón guardo en silencio
sus susurros en mi oído,
mi inteligenciafulgor
me hace prudentexquisito
Engastada en beso y polvo
a vuelta río divino,
tallos sable entretejían
contra el viento un desafío
Y no quise fascinarme
porque ligada a un anillo
juró estar inmaculada
en ruta a orilla Divino
*
En el libro hay un marcapáginas con mensaje del autor:
Ahí va el primer libro de poemas. Consejo: No intentes ENTENDER. Lee en VOZ ALTA y abandónate a la imagen y el sonido.
Abrazos
Ramón
*
Hipólito García Fernández, Bolo
Cuando se lee El charro roto de Jorge Negrete (Los libros de Ouka Leele, Huerga y Fierro, 2015) uno se acuerda de Heidegger: "Todo diálogo pensante con el Poema reside en la reciprocidad entre clarificación y dilucidación".En versos gnómicos, nos ofrece una suite de sugerencias.
*
Ha transcurrido tan poco tiempo,
que ni me acuerdo.
*
Hasta el último suspiro, todo es prescindible.
*
No te entiendo casi todo.
*
Todo, nada incompleta.
*
Los cuatro puntos cardinales, son tres: norte y tú.
*
Yusta, Alegre, Calvo, Bolo en La pantera rossa
*
Sergio Abaldi
Cómo podría tener el tupé de creerme escritor en esta época de apuradas definiciones en la que cualquiera, a cualquiera premia, inundándolo todo con rótulos importantes...Dejo el trámite de esa distinción al tiempo. Yo, o el que dentro mío está, sólo escribe porque considera su mejor manera de ausentarse del mundo habitado.
El eterno grito de la existencia
- Sentencias Viscerales III - Escrito N° 495 -
La rareza del argentino Sergio Abaldi no está solo en su escritura ajena a la normativa de los géneros tradicionales. Hace libros de formato grande porque la fotografía comparte sus paginas y Abaldi ama la fotografía y le busca el mejor acomodo. En cualquier caso, hablamos de un poeta con alma de juglar.
A veces sus razonamientos y sentencias salen del libro y suben al escenario junto a las fotografías.
Diálogo con alguien que nunca estuvo
Debo confesar que inmediatamente después de invitarte, había yo descartado toda posibilidad de que fueras a presentarte a la cita. Pero mis inventos son sumamente emprendedores y fue precisamente mi invento de vos el que se las arregló, para que de todas formas, estuviera esperándote en el lugar convenido.
Habrá sido que presente me hice porque ya casi ni siquiera me importaba tu ausencia y sí en cambio tu presencia en mi invento de vos…
Habrá sido porque en mis inventos viven fieles la traición y la lealtad… habrá sido porque allí ellas se traducen tan transparentes que fracturan todo engaño…
O simplemente habrá sido porque en mis inventos las sombras inexorablemente asisten para conversar conmigo…
Y a lo mejor, también por todo eso, habrá sido que después del café compartido con mi invento de vos, sucedió aquello que a menudo suele sucederme, comencé a querer a mi invento de vos, mucho, pero mucho más que a vos.
Será que deba comprender que cada vez necesito menos cosas, que ese idilio con la soledad fue mi único y genuino romance.
Así que, si por un acaso decidieras revertir tu decisión, por favor te ruego desconsiderarlo, pues de venir, sólo harías que mi invento de vos, encalle en el mismo olvido, en el que de alguna manera y sin el más mínimo reproche, yo, hube de ubicarte a vos.
El eterno grito de la existencia
- Sentencias Viscerales III - Escrito N° 543
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