3 de agosto de 2013

Mareta presenta la poesía de Andrei Medeleanu



En lengua aragonesa 'mareta' significa sirena de mar. 




Es el nombre que Gara d´Edizions ha dado a su nueva colección de poesía. 
Mareta, colección de poesía.


El primer autor publicado es  Andrei Medeleanu, El gris recuerdo de los cuervos. Otros huesos, otros restos.



En Artes & Letras de Heraldo de Aragón apareció esta reseña de Medeleanu y su libro:

El payaso de Dios

Esfuerzo del alma por tocar el cielo,
la gris agonía desmonta el festín,
el baile es ahora drogas de sueños de fuego,
la luz es metal de frío aburrimiento.

Los ángeles no lloran, ni tocan sus trompetas,
las penas son el vino del demonio taciturno,
las flores de marfil despiertan
en los dedos del mundo.

La tumba es solo mía,
el gusano, las ratas, el pelo,
los dientes, el esqueleto.

El mar retuerce las bocas
llenas de sal de soles,
el jardín es una fiesta
de verdes partes nobles.

¿Dónde están los niños?,
¿Dónde sus miradas?,
¿Dónde andan las brujas
con su pelo plateado?

La tumba es solo mía,
el gusano, las ratas, el pelo,
los dientes, el esqueleto.

El paraíso es palma
de la mano de los dioses,
por eso ando solo
bordeando sus destinos,

todos gritan euforia
mirando los laureles,
la victoria no exige
que exista la victoria.

Me llaman payaso,
el paraíso del payaso,
el payaso y su paraíso
de la burla renacido.

Dios me ha creado,
soy su fiel arlequín,
condenado a destruir
todo el mundo Primero.

Tengo que olvidar,
la tumba es solo mía,
el gusano, las ratas, el pelo,
los dientes y vuestros esqueletos.
Andrei Medeleanu
Amor

Grito de ausencias tras las cortinas,
la sangre recuerda al cuervo herido en la batalla,
otra luz se divisa en el pasillo,
otra lágrima camina hacia el horizonte.

La cama es una cárcel antigua y oxidada,
el amor ya no cubre la habitación del caos,
el cuadro dibuja los cadáveres deformes
de las penas y los humos del último cigarro.

Otra copa por favor.
Es lo que necesitas.
Otra vida, otro beso,
otra noche de belleza.

Carmín, la servilleta,
el espejo que te miente,
un móvil que agoniza
tras las llamadas perdidas.

Tu alma inmaterial no mueve la conciencia,
tus días son de campo,
tus noches, dictaduras.

Mujer del arcoíris
tu sonrisa ya no baila,
solo conserva la apariencia
para nunca delatarse.

Las 10 de la noche,
el universo se detiene,
el cuervo posa sus plumas sobre la televisión,
el demonio vuelve a casa,
los golpes se suceden,
la muerte se aproxima,
las flores se preguntan si esto es amor.
                         Andrei  Medeleanu

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