16 de octubre de 2022

Palabras dura y altas

Hoy, en el quiosco de la Fuente de los incrédulos, en el barrio de Casablanca, ha cantado Eduardo Paz.

“Palabras duras y altas”, decía J.A. Labordeta y ha repetido hoy Eduardo con su banda (otras dos voces y cinco músicos).

La gracia del recital es que, además de las propias, reúne canciones de los años 70 de significados cantantes populares de la época: Labordeta, Joaquín Carbonell y Javier Maestre –compañero de Eduardo en los primeros años La Bullonera. Algunas canciones con letras escritas por José Antonio Rey del Corral y por Pilar Navarrete.

Inevitable habrá resultado para los espectadores, muchos y muy mayores de edad, evocar momentos de aquella década, cuando el periódico Andalán, algunas pequeñas editoriales, colectivos de artistas, o los cantores populares nos daban motivos para soñar una tierra sin censura, sin coros y danzas, sin caciques. 

De aquellos activismos quizá algún vecino recuerde los primeros murales que aparecieron en los barrios de la ciudad, o que en tal patio se hacía teatro, o que aquel periódico extraño mantenía un pulso con el gigante de la banca local. 

Puede ser que casi nadie recuerde nada de lo visto, pero seguro que en la memoria de casi todos hay canciones de aquellos que viniendo “simplemente a trabajar”, “hicieron lo posible” por transforman el aragonesismo de cachirulo en otra cosa.

En Aragón, hubo un antes y un después de Labordeta, del folk, de las canciones en las fablas aragonesas… porque los lectores de Andalán eran una minoría ilustrada, punta de lanza intelectual que en el afán tranformador necesitaba de "esa otra cosa" que daban las canciones a la gente común.

En fin, evocación de tiempos pasados... (claro, cómo vas a evocar lo no pasado!). No era la idea inicial. 

Vídeos de esta actuación de Eduardo y cía. se encuentran en un canal de youtube imprescindible: Música en Vivo en Aragón.

Aquí la canción tristemente bella Quién te cerrara los ojos, de José Antonio Labordeta:



6 de octubre de 2022

Suerte a Chile!

Tras la pandemia paralizadora, gentes de Zaragoza han vuelto ha recordar las cosas de Chile. Desde el golpe del 73 hasta el momento presente y el reto constitucional planteado.

"Desde que se pudo" y hasta los primeros 90, alrededor del 20 de septiembre se demandaba democracia, luego -la fecha había quedado grabada, al menos para una generación- para evocar las músicas de aquel tiempo. En Zaragoza, es normal ver en septiembre ramilletes de flores en el monolito dedicado a Salvador Allende, en la avenida del mismo nombre. Algo que había interrumpido la pandemia.

Organizado por la Asociación Vecinal de La Jota, con la colaboración de INARU, del C.Cívico Distrito  14, y numerosos particulares, la pasada semana se celebró un acto dedicado a Chile.

 
 
 
Los oradores hablaron de los objetivos del gobierno de la Unidad Popular, de los objetivos de los economistas de Chicago, o de los objetivos del ejército de Pinochet. 
Entre palabras,  Amankay tocaba ritmos y cantos. También participó Suyai: Teresa , María y Danilo .
 
Manuel Fernández Minaya hizo un reportaje del que tomamos estas fotografías.


Suyai



Armando


Elena

 

Jaime
María                Mónica  



Danilo

                              

Pablo
Ángel
Gloria


Alberto M.
Luisf












 
Alberto L.

Lo dicho: ¡que la suerte "de Chile" sea la mejor para la mayoría de chilenos!

5 de octubre de 2022

Adiós, amigos: Carlos Vega y Toy

 Estos días nos llegan noticias tristes. Dos colegas nos dejan: el titiritero Jesús Benedicto Dumall, Toy, y el actor Carlos Vega.


Carlos



Toy
A Carlos lo recuerda Antón Castro en Heraldo.

1 de octubre de 2022

Próximamente

A raíz de la reciente actuación en el patio de la pensión machadiana de Segovia, he ido recopilando poemas del siglo XX que todavía conservo en la memoria. 

El recital lo divido en tres tiempos. El primero cae en el ámbito de la Edad de Plata, hasta la guerra. El segundo contempla la poesía social y las poéticas de los 50; el tercero, el fin de siglo.

Hablo de "tiempos", porque no puedo referirme a escenas, ni a gráficos -como a veces he dividido las recitaciones. No hay escenas porque no hay más actores en escena, ni motivos visuales o musicales. Solo hay tiempo.

Es un trabajo sin atril, sin guión y sin presentaciones.

No he buscado las firmas más celebres. Solo poemas. Poemas que he merecido recordar.  

 Por ejemplo:

LA COMUNIDAD

Gentes en torno mío me sustentan
como los arbotantes. O me odian
o dicen que me quieren como sople
la rosa de los vientos. La familia
es la dulce expresión de que estoy solo
pero sin que se aflijan los extraños.
Se sabe que tenemos una casa,
una cama, una mesa, el hombre juega
a convivir, se mira en los espejos
y a veces le parece que recoge
dentro en su hondura un drama incorregible,
una mirada torva, a eso le llama
retocar su corbata, allí se queda
lo que pensó. Las calles lo reclaman.
Cuánto desconocido, cuánta turba
repitiendo unos gestos sin sentido
a fuerza de tenerlo, extraños todos
unos a otros, llevan en el pecho
una simulación que nada oculta
porque todos sabemos que fingimos
urbanamente al menos, pero en cambio
cuánto placer redunda en los oídos
lo que nos dicen. Vuelvo de la calle
henchido de mi éxito: un amigo
me recreó pasando por el alma
su mano envenenada. El mundo es suave,
es una melodía persistente
que nos proyecta lejos. No te fíes
nos dice el aguafiestas. Y así es todo.
Un constante tejer y destejernos
sin nada dentro, un hoyo, un miedo, nada.
Mejor será subir a la azotea
y contemplar el sol si lo permite
nuestro clima risueño. Más tampoco.
Día desapacible que no entiende
de nuestra angustia, el ansia inconfesada
de saber que algo habrá que nos merezca
llamar vida a la vida, llamar hombre
a tanta multitud indiferente
que pasa, ríe, llora, sufre, espera.

JUAN GIL-ALBERT (1904-1994)

  (De Homenajes e in promptus)