En 1973 el grupillo de actores y músicos que andábamos haciendo recitales por la ciudad dio en llamarse El Silbo Vulnerado. La primera actuación con esta denominación fue en el CMU La Salle, aquel invierno del 73. Diré algo que pasó.
Rosendo Tello había escrito Libro de las fundaciones que, editado por El Bardo, todavía no estaba en las librerías. Yo le pedí al poeta que me diera alguno de sus poemas para recitarlos en aquella actuación. (Aún conservo los folios mecanografiados por él, con tres poesías: "Fundación", "Que silbe el sapo" y "La noche"). Al poco, presentaron el libro en el salón del Colegio de Abogados. Junto a Rosendo, el editor, José Batlló, y José Antonio Labordeta. Rosendo me regalaría su libro. Y lo hizo porque era su alumno y había ido al acto, no por mi lectura en La Salle, que había sido deplorable.En mi actual propuesta, Poesía Memorable, el recitador no dice nada más que título-poema-autor. O sea, el oyente -si no identifica un poema- no sabe el autor hasta que ya está dicho el poema. Porque el oyente puede desatender la escucha si desconoce al autor, o no le es afecto.
En todas las actuaciones en Zaragoza, ha habido expresiones de asombro ante los poemas de Tello: "Voy a leerlo" ha sido la más repetida.
Aquí sigue un fragmento del cd. Al compás de la música: Rosendo Tello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario