Por Luis Felipe Alegre
Desde los inicios del grupo a comienzos de los Setenta, tuvimos la determinación de servir especialmente al público adolescente, estuviera escolarizado regularmente o no.
En 1986 comenzamos a trabajar con el Gobierno de Aragón en una programación escolar que fue de las pioneras (institucionalmente hablando) en España [1].
Era la época de José Bada como Consejero de Cultura y Educación, y de Ricardo García Prats como Director General de Acción Cultural. Profesores ambos, conocían nuestra capacidad para contagiar la afición poética a los jóvenes.
Era la época de José Bada como Consejero de Cultura y Educación, y de Ricardo García Prats como Director General de Acción Cultural. Profesores ambos, conocían nuestra capacidad para contagiar la afición poética a los jóvenes.
Hablando de los años Ochenta, Antón Castro relató así nuestro trabajo en institutos:
“El retorno [1986] a España de Luis Felipe supone la incorporación del grupo a las campañas de divulgación de la poesía en los institutos de toda España desde Huelva a Tarragona, desde Fraga y Monzón a Sevilla. El grupo abordará todos los poetas, todas las corrientes y realizará todo tipo de representaciones sin realizar concesiones: mantienen sus arreglos musicales, las melodías, la escenificación dramática, el apoyo con carteles, dibujos y diapositivas –el artista Germán Díez ingresa en el colectivo y dibuja carteles para los romances de García y Galán o de La Infanticida, por ejemplo-, y las correspondientes explicaciones de índole cómico-pedagógico.
La labor es tan didáctica como amena, tan intensa como bien acogida. El Silbo se aproxima a la poesía medieval y sefardita, a la poesía renacentista, al Siglo de Oro (desde Góngora a Quevedo pasando por Fray Luis de León, Garcilaso y Lope), al Neoclasicismo con los impúdicos Iriarte, Samaniego y Nicolás Fernández de Moratín; al Romanticismo, al Modernismo y al 98, a toda la Generación del 27, a las últimas corrientes de lírica aragonesa, y también la poesía latinoamericana de Vallejo, Rubén Darío, Neruda, Gelman, Homero Aridjis, etc. Y a modo de colofón, la compañía le presta gran atención a la poesía contemporánea. La campaña de los institutos aún se mantiene y forma parte de la programación cultural estable del Gobierno Aragonés y de la programación de Ibercaja.
Entre las actividades que se desarrollan durante todo el día destaca una curiosa exposición de poesía visual que recoge la experiencia lírica de las vanguardias: desde el dadaísmo, el surrealismo, el ultraísmo, el futurismo, o el creacionismo.
La muestra, recreada por Eugenio Arnao, está compuesta por composiciones de Marinetti, Tristan Tzara, Guillaume Apollinaire, Juan Larrea, Guillermo de Torre, Javier Carnicer, Gabriel Celaya, García Calvo, Salvat Papaseit y otros.
Esa labor ha pretendido siempre enriquecer el acercamiento al público, llevar a cabo ese deseo de difundir la poesía, desde la raíz y la hondura del idioma, desde lo primitivo de la música y el teatro…”
La muestra, recreada por Eugenio Arnao, está compuesta por composiciones de Marinetti, Tristan Tzara, Guillaume Apollinaire, Juan Larrea, Guillermo de Torre, Javier Carnicer, Gabriel Celaya, García Calvo, Salvat Papaseit y otros.
Esa labor ha pretendido siempre enriquecer el acercamiento al público, llevar a cabo ese deseo de difundir la poesía, desde la raíz y la hondura del idioma, desde lo primitivo de la música y el teatro…”
Cuando Antón escribe estas líneas [2] se termina la campaña de la DGA, quizá por haberse convertido un poco en cajón de sastre.
Un año antes, habíamos propuesto a Ibercaja el mismo modelo de trabajo con que comenzamos la campaña del Gobierno de Aragón. Contábamos con la experiencia de todos los errores cometidos a lo largo de muchos años trabajando para escolares españoles, franceses, guineanos, bolivianos y argentinos.
Hace, pues, 21 años que trasladamos a Ibercaja algunas ideas e inquietudes acerca de la relación del adolescente y las artes, la poesía en especial.
La fe de José Luis Lasala y el entusiasmo de Magdalena Lasala hicieron posible el nacimiento de un proyecto que germinaría en los Programas Didácticos, que este año conmemora su vigésima edición. De todas las campañas (que habrán sido una docena) en cuyo nacimiento tuvimos algo que ver, esta es la más longeva, como ya dijimos en anterior artículo conmemorativo.
En estos últimos años, vueltos a la soledad del corredor de fondo, vamos intentando adaptarnos a los usos actuales, a lo que hoy es importante y a lo que ha dejado de serlo. Estamos prestos a reinventar algunas cosillas útiles para el profesor y motivadoras para el alumno. Y seguimos pretendiendo que la relación artística sea más humana que industrial.
Me han venido a la memoria estos aniversarios de campañas, gracias a un colorido prospecto que el maestro del cole ha entregado a mi hijo de 7 años. Y como es lo último que sobre los Programas Didácticos de Ibercaja ha llegado a mis manos, lo comparto por si fuera de interés:
NOTAS
[1] Véanse publicaciones:
1er. Encuentro de Experiencias Teatrales en el Ámbito de la Enseñanza (INAEM, DGA, Ayuntamiento Huesca,) 1989.
IV Jornadas sobre Literatura Infantil y Juvenil: Teatro (MEC, CAI, DPZ, Ayuntamiento La Almunia de Doña Godina) 1989.
[2] El Silbo Vulnerado: Un sueño de juglares. Ed.: DGA Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales, 1991.
¿Se puede saber a qué obedece ese formulario en un colegio? Y por qué lo plantáis en vuestro blog ¿escarnio? ¿sumisión? Sois tan finos que hay que leeros entre líneas. Y eso no siempre es bueno. Si lo que intenta Ibercaja es conseguir clientes con sorteos, me parece muy bien, pero camuflarlo como PROGRAMAS DIDÁCTICOS es un insulto para los que nos dedicamos a la enseñanza.
ResponderEliminarQué quieres que te diga, Pilu?
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