Aquí resumimos nuestra intervención en el XXIV Congreso Internacional ASELE celebrado el mes pasado en la Universidad de Jaén.
Fue un congreso de muy buen ambiente y con intervenciones de altura en los plenarios.
Algunos talleres fueron de nuestro interés.
Profesoras de la Universidad de Louvain defendieron la enseñanza del lenguaje gestual con la fraseología asociada, para los aprendientes de español.
Manuela Crespo, de la Universidad de Amberes, habló de las auto-grabaciones en la enseñanza semi-presencial.
Y nos sorprendió el trabajo que está desarrollando Leyre Alejaldre Biel en Gambia, el país más pequeño del África Subsahariana, creando plataformas virtuales como herramientas de la enseñanza del español.
Taller Juglares en Acción
El taller tuvo como objetivo general incidir en la ampliación
comunicativa de la lengua meta por medio de la poesía y otros textos
interpretados artísticamente.
Bajo la
sugestión de la juglaresca medieval, tomamos nuestra Literatura para recrearla
desde el terreno de la oralidad corporizada por un intérprete.
El Taller
mostró diversas formas de presentar textos literarios a los aprendientes de
español. Se expusieron los siguientes
ejemplos:
-Un romance
de ciego. Minutos antes de comenzar el taller se cantó en el pasillo el
“Romance de la infanticida”, acompañado de un lienzo con dibujos. El carácter
de este tipo de sub-literatura quedaba reflejado en el hecho de mostrarse fuera
del aula y del horario del taller.
-Un poema
recitado. De Antonio Machado tomamos “Yo voy soñando caminos” para mostrar una
recitación artística en estado, digamos, puro. Acabado el poema, se comentó la
simbología y dos características del
poema: encabalgamientos y alternancia de cuartetas y redondillas.
Se mostraba
aquí, por un lado, el trabajo de un rapsoda (interpretación oral y memorizada)
y, por otro, el rol del profesor con el comentario del texto. Ello servía de
contraste con el juego, más juglaresco, de los ejemplos siguientes.
-Un texto incomprensible sin visualización.
Cual es el caso de “El orador” de Ramón Gómez de la Serna, guión para un
intérprete que lleve una mano mucho más grande que la otra. Género fronterizo
con ecos dadaístas. Intención: sorprender.
-Un cuento
seriado. El de “La mosca y la mora”, al
que alude Cervantes en el capítulo XVI de El Quijote. Tiene muchas versiones
infantiles en la Península y también en el cancionero sefardí.
Aquí el juego
juglaresco se establece a partir de los personajes que aparecen físicamente:
mora, mosca, araña, ratón, gato, perro, palo, fuego, agua, vaca, cuchillo,
hombre y muerte. Con cada nuevo elemento se repite la serie y todos los
asistentes deben hacerlo coralmente.
-Un poema con
equívocos. Partiendo de Heráclito y su
frase “Nadie se baña dos veces en el
mismo río”, Ángel González hizo cuatro glosas con las que jugar al equívoco
cuando los asistentes intentan completar la máxima.
-Un cuento
dialogado con títere. Elegimos un clásico de largo recorrido como es “La
lechera” de Samaniego. La protagonista del cuento es un títere que nos cuenta
sus sueños y, cuando cae el cántaro de
su cabeza, sus lamentos.
-Un poema
coral. Se trata de completar los versos con las palabras indicadas mediante
gestos. Se utilizó la sextina “Apología y petición” de Jaime Gil de Biedma.
Estos
ejemplos forman parte de un repertorio creado por el grupo El Silbo Vulnerado a
lo largo de los años en torno a la Literatura. Abren el
arca de las emociones y son un valioso vehículo de información lingüística. Iberlingva
incorpora su experiencia como una herramienta útil para aprendientes de español
como segunda lengua y también en países con diglosia.
En el taller
también se comentó que Juglares en Acción propone, además de actuaciones, un
trabajo con enseñantes en forma de cursillo donde preparar recursos artísticos adaptados
a las clases de español en sus distintos niveles.
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