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31 de marzo de 2012
señor alcalde, señor alcalde: que si no hay toros, tampoco hay baile...
Los tópicos son insoportables por más que contengan algo de verdad, e imperdonables cuando se toman como argumento por parte de quienes se sitúan (ellos solos) en la esfera del pensamiento.
Ni "hilo conductor", ni "regreso", ni "espíritu" ni "nueva realidad", ni siquiera "ciudad" nos dicen nada a los lectores del Periódico de Aragón cuando leemos este titular:
Porque no puede regresar lo que nunca se ha ido, como tampoco regresa al mundo un recién nacido, por mas que tenga hermanos mayores.
¿"Hilo conductor" de qué? ¿de "interculturalidad"? lo que, a estas alturas, es decir miau. ¿"Nueva realidad"? Jo, con lo difícil que es precisar la "realidad", ahora hay que entenderla con adjetivo. Miau.
Y lo peor viene después, cuando nos enteramos de las intenciones del Consistorio planificando la cosa que se llevan entre manos y que no pienso nombrar. Tampoco nombraré a los de la foto. Me dirijiría acaso al señor alcalde, responsable último del bienestar de sus ciudadanos y obligado a fomentar la inteligencia de los mismos. Pero para qué...
Entre un enmarañamiento de cosas que se hicieron, de otras que se habían pensado pero no se hicieron, nos dicen que van a traer las vanguardias para investigar lo que son. Remiau.
Insisten los del equipo expo en vendernos una nueva ciudad. ¡Basta ya!, gobiernen para la de toda la vida, sr. alcalde, y deje al Ebro en paz. Los vecinos de Zaragoza viven en los barrios. ¿Hasta cuándo habrá que soportar este insulto constante de la ciudad escaparate de lo que no es?
En Heraldo de Aragón el titular aclara:
Y uno piensa en Machado: "¿O el vacío es más bien en la cabeza?"
Amigos, les aconsejaría que no se pierdan en esas batallas locales porque solo conseguirán hacer enemigos. Cualquiera que razone un poco ve que a los de arriba les importa poco o nada fomentar la inteligencia. Siguen el patrón del escaparatismo.
ResponderEliminarContinúen ustedes con Bauman y con Parra (que ahí sí que pegan duro) pero no se metan en batallas perdidas de antemano porque restan energía para lo importante.
Perdón por dar consejos a quien no los pide pero es que me da miedo pensar en las sutiles represalias que pueden sufrir si continúan denunciando la vacuidad institucional,
Y, ciertamente, el vacío está en la cabeza.