30 de diciembre de 2009

Última incorporación en el Silbo

Entre los retos de las pequeñas empresas para sortear estos tiempos críticos, se encuentra la búsqueda de personal adecuado para cumplir múltiples funciones acordes con los nuevos desarrollos tecnológicos. En esta línea, El Silbo Vulnerado S.L. se complace en presentar a su nueva trabajadora, seleccionada a través de un casting muy exigente, cuyos óptimos resultados compartimos con nuestros amigos y clientes.

Ian Gibson: "El Estado debe buscar de una vez a Federico García Lorca"


En El País de hoy:

El hispanista Ian Gibson, que ha dedicado su vida al estudio de García Lorca, vuelve a Alfacar (Granada) tras finalizar sin éxito las excavaciones. En este texto denuncia las lagunas de la investigación, la ambigüedad de la familia y la ausencia del Estado en el proceso. El historiador ensancha el perímetro y señala nuevos emplazamientos de las fosas.


El Estado chileno ha exhumado y enterrado dignamente a Víctor Jara, torturado y asesinado por Pinochet. El húngaro, al bardo nacional Miklós Radnóti, ejecutado por los fascistas. Pero el español ni ha intentado localizar los restos de Lorca, el poeta y dramaturgo de este país más amado y más traducido de todos los tiempos, víctima de quienes se sublevaron en Granada contra la legalidad republicana en 1936. Porque, tengámoslo muy claro, en Alfacar la Junta de Andalucía (al fin y al cabo Estado) no ha buscado oficialmente al autor de Yerma, sino a alguno de los supuestamente enterrados con él en la misma fosa, o muy cerca. Ha sido una tentativa radicalmente ambigua desde el primer momento, y ello, en primer lugar, porque los seis sobrinos del poeta han estado en contra. Ni conseguida la recalificación del paraje, a petición de éstos, como lugar apto para enterramientos, fueron éstos capaces de prometer que, de encontrarse los restos de su tío, aportarían ADN para su identificación. No, se reservarían el derecho de hacerlo... o de no hacerlo. Mil veces habían manifestado que no querían un circo mediático. Con su negación han ayudado a provocarlo, así como un tinglado de secretismo, ofuscación y contratos de confidencialidad que han dado lugar a filtraciones, chismorreo y bulos.


La foto está tomada de aquí.

24 de diciembre de 2009

En Página 12


Recordatorio de los espectáculos extranjeros que pasaron por Buenos Aires en 2009 publicado en el diario argentino Página 12:
Una obra relacionada con la desaparición de personas se constituyó en uno de los últimos trabajos llegados desde el exterior. Su título, NN12, creación de la actriz y autora andaluza Gracia Morales, conmovió a los espectadores del Celcit en un año en que el Festival Internacional de Buenos Aires (dirigido por Rubén Szuchmacher y Alberto Ligaluppi) abría la posibilidad de conocer aspectos del teatro que se realiza fuera del país. Espectáculos que en algunos casos, como Mujer asfalto, protagonizado por Manuela Soeiro, habían sido presentados antes en el Festival Internacional de Teatro del Mercosur, de Córdoba. Por fuera de este festival, artistas como Alfredo Arias, actor, director y régisseur argentino instalado hace décadas en Francia, ofreció a modo de anticipo, junto a un elenco argentino, dos cuadros de music hall que estrenará en París. Otro visitante fue el director y docente Gianluca Barbadori, quien mostró una serie de piezas desacralizadoras sobre conflictos contemporáneos. El autor y director Arístides Vargas, residente en Ecuador, donde halló asilo político y fundó el grupo Malayerba, trajo La razón blindada, inspirada en los viajes que realizaba su padre al penal de Rawson para ver a su hijo, hermano de Arístides. Por otro lado, el director y actor aragonés Luis Felipe Alegre y la cantante Carmen Orté (de la compañía aragonesa El Silbo Vulnerado) retornaron con sus creaciones trovadorescas, en tanto otro juglar, el boloñés Matteo Belli, maravilló al auditorio del Instituto Italiano de Cultura con su espectáculo-conferencia Gentes, oíd este sermón.
La foto es de Vicente Almazán.

23 de diciembre de 2009

Miguel Hernández, versión café-teatro


En el año 2010, el que está a la vuelta de la esquina, se cumplen cien años desde el nacimiento de aquel poeta, de aquel poetazo llamado Miguel Hernández que el franquismo no nos dejó disfrutar lo suficiente pero que, por supuesto, nunca pudo ni podrá en los siglos venideros, acallar su voz.
El Silbo vulnerado es una compañía de teatro con más de 35 años recorriendo los escenarios de toda España y gran parte del continente americano y que debe su nombre a un poema de Miguel Hernández. Con motivo del centenario aludido, esta compañía, cuya alma son Luis Felipe Alegre y Carmen Orte, ha hecho un montaje escénico entorno a la obra de Miguel Hernández, montaje que, a guisa de preestreno, nos quieren traer en esta programación especial que realizamos en esta su casa.
Será el sábado 26 de diciembre a las 22:30h. en La Campana de los perdidos.
Fuente: blog de La Campana de los perdidos.

La PAI cumple treinta años


El grupo Promotora de Acción Infantil, conocido popularmente como PAI, ha cumplido su trigésimo aniversario y, para celebrarlo, pidió al diseñador Isidro Ferrer que les hiciese un logo con la consigna 'PAI, 30 años agitando', para decorar 15.000 azucarillos. Esos pequeños dulces protagonizan una peculiar despedida de 2009, un año que -según comenta Luis Bordonada, de PAI- "para nosotros ha sido bueno, no hemos notado demasiado la crisis".


Así, con el propósito de "desear un feliz 2010 a la gente", en sus actuaciones hasta fin de año van a colocar una grandes peceras de más de medio metro de alto llenas de azucarillos, en las que pone: "Coge y endúlzate".


11 de diciembre de 2009

"Rayo, viento y ausencia" según Antón Castro

Miguel Hernández (1910-1942) fue un poeta del pueblo. La poesía nació en su cabeza mientras apacentaba sus rebaños y miraba el cielo, el poniente y esos paisajes de olivos, naranjos y almendros. Luego, con la ‘ayuda’ de San Juan de la Cruz, Paul Verlaine y Gabriel Miró ensanchó su mirada y encontró un lenguaje, ahormó su sensibilidad. Pasó por diversas etapas en su corta vida: la de poeta cristiano, intenso y torturado; la de poeta gongorino y aún guilleniano en ‘Perito en lunas’ (1933); la de poeta del exacerbado y doliente amor en ‘El rayo que no cesa’ (1936), dedicado a tres mujeres; la de poeta combativo y comunista cuando se enfundó el mono de soldado-miliciano y tomó entre sus manos la metralleta. Fue en algún instante poeta surrealista, y acabó siendo un poeta desesperado que se arrastraba, con su hondura y su visceralidad, por las cárceles de mundo, mientras se le moría un hijo, mientras la enfermedad devoraba su joven cuerpo, mientras sentía el furioso lanzón del amor, de la vida y de la muerte en la sangre y en el cuerpo. Miguel Hernández publicó poco y escribió mucho, pero dejó una huella especial de poeta auténtico, metafísico y existencialista, poeta de la tierra y de la belleza, poeta del temblor casi sobrehumano y del desgarro.
Luis Felipe Alegre tomó hace ya más de 35 años de uno de sus versos, ‘el silbo vulnerado’, el nombre de su compañía. La poesía de Miguel Hernández le ha acompañado de siempre: en espectáculos, en recitales, en funciones para los estudiantes. Ahora, en vísperas del inicio de los actos del primer centenario de su nacimiento, El Silbo Vulnerado ha creado un nuevo espectáculo sobre Miguel Hernández. ‘Rayo, viento y ausencia’, que se representó ayer y se representa hoy, a las 20.30, en el Teatro Arbolé, esa maravillosa caja negra. Es un espectáculo minimalista y bellamente elaborado, un espectáculo suspenso en la emoción y en la intensidad, organizado en torno a la voz y la música con algunos elementos simbólicos: la silla, el chaleco, el pañuelo rojo, las cartas, etc. Solo dos actores: el rapsoda Luis Felipe Alegre y la cantante Carmen Orte. Ambos, componen una función muy medida que dura algo más de una hora y comprende los poemas, la peripecia vital y los temas fundamentales de Miguel Hernández. Arranca con un soneto en homenaje a Ramón Sijé, en vez de su célebre ‘Elegía’, mezcla sonetos de ‘El Silbo Vulnerado’ con los de ‘El rayo que no cesa’; el montaje alcanza un clímax especial con ‘Viento del pueblo’, y desde entonces ya no desciende: se oyen ‘Nanas de la cebolla’, ‘El niño yuntero’, ‘Boca que arrastra mi boca’, oímos los poemas de amor desde la cárcel, algunas soflamas políticas, que siguen sonando a pura verdad.
El espectáculo, sencillo y complejo a la vez, muy teatralizado en expresión y gesto, contenido y a la par grave, casi una pieza de cámara, es una experiencia especial. Luis Felipe Alegre ha apostado por mostrar la complejidad del poeta, la riqueza de sus metáforas, la calidad de su lírica y su lenguaje de reminiscencias campesinas y pastoriles, su fulgor metafísico, su oceánico desgarro.
Está y no está todo Miguel Hernández en ‘Rayo, viento y ausencia’. Alguien puede echar en falta algún poema. Tal vez: Miguel Hernández ha sido un poeta celebrado, vindicado, cantado por Paco Ibáñez, Víctor Jara o Joan Manuel Serrat, entre otros muchos, y pertenece a la memoria del pueblo. Todos tenemos nuestro Miguel Hernández. El Silbo Vulnerado ha apostado por el rigor, por la relectura inteligente y sensible, por el redescubrimiento de un poeta que murió a los 31 años y que maduró de celda en celda, abrazado a la miseria, a los piojos, a la bronquitis, al tifus y a la tuberculosis, y a la ruindad terrible de todas las guerras y sus torrenteras de odio.


Rayo, viento y ausencia. El Silbo Vulnerado. Actores: Luis Felipe Alegre y Carmen Orte. Teatro Arbolé. Segunda función, hoy día 8 a las 20.30. En la foto, Luis Felipe Alegre y Carmen Orte.

6 de diciembre de 2009

Mañana, estreno en Arbolé


El Silbo Vulnerado presenta RAYO, VIENTO Y AUSENCIA, poesías de Miguel Hernández recitadas por Luis Felipe Alegre y cantadas por Carmen Orte.
Se trata del recital que se estrenó el pasado 28 de agosto en el Monasterio de Veruela, dentro del Festival de Poesía Moncayo.
El recital es una producción de El Silbo Vulnerado como Compañía Residente, en 2009, del Nuevo Teatro Arbolé de Zaragoza.

4 de diciembre de 2009

Canto y cuento: poesía


Los juglares Carmen y Luis Felipe ofrecen, tras el machadiano título de "Cuento y canto: poesía", presentan una selección de versos para que los más pequeños disfruten con la poesía y para que los mayores recuerden aquellas estrofas de Quevedo, de los fabulistas, o del romancero, que andan perdidas por la memoria. Entre viejos cuentos populares y adivinanzas, Carmen invitará al público a cantar con ella y Luis hará bailar a los títeres mientras el escenario se puebla de seres fascinantes.
Recomendado para niños a partir de 3 años. 
Más información en Teatro Arbolé.  

3 de diciembre de 2009

Ensayo

Luis Felipe Alegre en un momento del ensayo del espectáculo Rayo, viento y ausencia.

Miguel Hernández en El País

Voces inéditas de los amigos de Miguel Hernández
La actriz argentina Adriana Genta entrevistó y fotografió a familiares, amigos y conocidos del poeta Miguel Hernández (Orihuela, 1910, Alicante, 1942) antes de escribir la obra de teatro Compañero del alma. Ahora, en vísperas del centenario, toda esta documentación oral y gráfica ha sido donada a la Fundación Miguel Hernández, con sede en Orihuela.

Entre el material destaca un disco compacto de audio con testimonios de la esposa del poeta, Josefina Manresa, en el que narra cómo conoció a Miguel Hernández y qué fue lo que le llamó la atención de él. Pero también hay testimonios orales de la hermana del literato, Elvira Hernández, de Luis Fabregat Terrés, que coincidió con Miguel Hernández en la cárcel de Alicante, Florentino Hernández Girbal, que estuvo en la cárcel madrileña de Conde de Toreno, del dramaturgo Antonio Buero Vallejo y de Carmen Conde. Entre las conversaciones grabadas también figuran los testimonios de Manuel Trenes y Ana María Estevez, cabreros y vecinos de la calle de Arriba de Orihuela, Manuel Serna, otro vecino o José Barojara, que canto el himno de La repartidora, y recuerdos del escultor Víctor González Gil.

Genta, que confía en que su donación "enriquezca" los fondos, prepara un espectáculo teatral de la vida de Hernández junto al actor y dramaturgo Juan Luis Mira.

Artículo publicado en El País.

1 de diciembre de 2009

Serrat y Miguel Hernández


El cantante Joan Manuel Serrat ha grabado 13 nuevos poemas de Miguel Hernández para celebrar el centenario del nacimiento del poeta.


La pasada semana en El País le dedicaban un reportaje.


"Han sido muchos los niños o los jóvenes que escucharon por primera vez un verso de Miguel Hernández por boca de Joan Manuel Serrat. De aquella Elegía (a su amigo Ramón Sijé), a Menos tu vientre, las Nanas de la cebolla o Para la libertad han pasado casi 40 años. Pero hay poetas inagotables. Por eso, Serrat ha decidido hacer una segunda visita al armario de los versos hernandianos y ha parido un nuevo disco: Hijo de la luz y de la sombra.
También es verdad que no se le ocurría mejor idea para celebrar el centenario que comienza en 2010: componer para 13 poemas y una gira dedicada al artista muerto en 1942, con 32 años, en la cárcel de Alicante. Desapareció de este mundo tuberculoso, amargado, hambriento y con el puñal del fracaso en la frente". (leer más)

Miguel Hernández por Antón Castro



Regresa Miguel Hernández, el poeta del pueblo


El próximo año se cumplen cien del nacimiento del autor de El rayo que no cesa, que combatió en la Batalla de Teruel, y se organizarán un sinfín de actividades.

ANTÓN CASTRO. Zaragoza
Miguel Hernández (Alicante, 1910-1942) fue un auténtico poeta del pueblo. Se hizo a sí mismo, de forma autodidacta, con una inmensa vocación. En poco tiempo, compuso una obra muy personal, emparentada con lo telúrico, con el combate y con la desesperación que derivaba de su sino, de la fatalidad, del amor y de una incesante búsqueda de un lugar en el mundo contra las ruinas de la guerra. Viento del pueblo fue uno de sus títulos: un libro que no llegó a ver publicado en vida y que, en el fondo, con sus contradicciones y su formidable intensidad que no excluye el panfleto, le define.
El próximo 2010 será el Año Hernandiano, y por lo que ahora se atisba será un año complejo y laborioso de congresos, homenajes y actividades porque ya se perciben desencuentros entre los herederos del poeta, diversas instituciones e incluso algunos particulares, como un apaciguador Joan Manuel Serrat, que le ha dedicado un nuevo álbum, en el que ha colaborado uno de los mejores estudiosos y editores del poeta: Agustín Sánchez Vidal, responsable de sus Obras completas en Aguilar (1979) y en Espasa Calpe (1992), con José Carlos Rovira y Carmen Alemany, y de ediciones de Perito en lunas y El rayo que no cesa (Alambra), Poesías completas (Aguilar, 1979) o su Epistolario (Alianza, 1986), y autor de un libro fundamental: Miguel Hernández, desamordazado y regresado (Planeta, 1992). En este volumen cuenta su vida, su evolución de joven católico, y casi teólogo, hacia el comunismo, y la complejidad de su obra que abarcó el teatro, con ecos del autosacramental, y la poesía. Sánchez Vidal manejó todos sus manuscritos y estuvo hasta en tres ocasiones con la viuda del poeta, Josefina Manresa, aquella costurera de Quesada (Jaén), hija de guardia civil, con la que Miguel formalizó su noviazgo en 1934 y con la contrajo matrimonio civil en plena contienda bélica: en 1937.
Miguel Hernández fue el tercero de siete hermanos de una familia pobre. A los cuatro años, se trasladó a la que ha quedado como la casa del poeta en la Calle de Arriba: allí, aún ahora, se conserva el jardín de higueras, limoneros y pitas.
En uno de esos cuartos, cuando se encendía la noche y se apagaban las luces, él buscaba una lámpara o un farol para leer: narraciones, leyendas, poemas. Cuando se enteraba su padre, se erguía y se armaba jaleo, y volaban los golpes y los gritos. Miguel Hernández tuvo que irse de cabrero a los catorce años. Empezó a redactar en una libreta aquellos poemas de versos cortos, que presentaban ecos de Gabriel Galán, Vicente Querol, de los cancioneros. Con esa voluntad permanente de creación y rebeldía siguió escribiendo, y hacia 1930 apareció su primer poema en el diario El Pueblo de Orihuela. Para entonces ya había conocido a José Martín, más famoso por su seudónimo Ramón Sijé, con quien mantendrá una relación de amistad y admiración intelectual con altibajos. El más grave fue el de 1935, esencialmente porque en su lírica, carnal, exuberante de deseo y de hondura pagana, Miguel Hernández se escapaba de las propuestas del amigo, que fallecería poco más tarde de una forma bastante dramática, casi inverosímil y conmovedora, según cuenta otro buen biógrafo, José Luis Ferris, en Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta (Temas de Hoy, 2002).
Con otros poetas
Entre 1931 y la Guerra Civil, Miguel Hernández estuvo varias veces en Madrid. Pidió ayuda, en diversas ocasiones, a Juan Ramón Jiménez, que siempre sintió una gran admiración por él y lo llamó "el extraordinario muchacho de Orihuela"; a García Lorca, que le contestó a una carta primera e impetuosa con sensatez, tras el fracaso de lectores y de crítica de Perito en lunas (1933); a Giménez Caballero, a Vicente Aleixandre y a José María de Cossío, entre otros. Despertó algunos recelos, en el propio Lorca y en Cernuda, que no soportaban su real y afectada rusticidad, y también en Alberti y María Teresa León. Ésta, en plena Guerra Civil, llegó a soltarle una bofetada que lo mandó al suelo: Hernández, que conocía el temor y la sangre de las trincheras, se quedó patidifuso en una fiesta de escritores antifascistas y expresó, airado, su decepción.
En Madrid, también cosechó la complicidad y el cariño de Pablo Neruda, que lo definió "como una patata recién sacada de la tierra", y vivió una pasión amorosa y sexual con Maruja Mallo. Tanto Ferris como Sánchez Vidal se hacen eco de ella, en un periodo de crisis con Josefina y de silencio epistolar de María Cegarra, la poeta murciana. Mallo diría con más desdén que cariño: "Yo he jodido tanto y he conocido a tanta gente que ya se me amontonan un poco en la memoria (?) Miguel Hernández era como un fideo. Cuando llegó a Madrid vivía en un puente. Escribió una poesía y Bergamín le pagó por ella mil pesetas, y le hizo salir del puente".
Cárcel y muerte
De este triple desamor -el de María Cegarra, el de Maruja Mallo y el de Josefina, que se enmendó luego y sería la madre de sus dos hijos, Manuel Ramón, fallecido pronto, y Manuel Miguel- nacería El rayo que no cesa (1936), un libro revelador de sonetos que incluye la Elegía a Ramón Sijé. Miguel Hernández ingresó en el Partido Comunista y hizo la guerra como un soldado. Estuvo en la Batalla de Teruel y le dedicó un inolvidable poema a la ciudad congelada. Luego, intentó irse, pero al final, por imprudente y desesperado, por pura mala suerte, inició una peregrinación por las cárceles que acabaría con su vida.
De esa travesía espantosa de dos largos años quedó como legado su obra maestra: Cancionero y romancero de ausencias. Ese libro excepcional permite entrever lo que habría podido hacer este poeta de faz terrosa, "casi pura arcilla" y "ciegamente generoso", tal como escribió su gran amigo Vicente Aleixandre.


Artículo aparecido en Heraldo de Aragón.